Las últimas lluvias y el calor ponen a prueba a la provincia con las primeras nubes de mosquitos

Los mosquitos ya son perceptibles en algunas zonas urbanas de Cádiz. Las lluvias que recibió la provincia la pasada Semana Santa han servido, por un lado, para aliviar la situación de sequía en los pantanos y, por otro, han contribuido a un riego de socorro para la agricultura. Sin embargo, esas precipitaciones han favorecido la acumulación de agua en parques, jardines,estanques y muy especialmente en zonas de marisma de la Bahía de Cádiz y La Janda. Esta situación ha permitido el adelanto del proceso larvario de los mosquitos cuyas primeras eclosiones ya se están produciendo en algunos municipios gaditanos.

Todo apunta a que el plan de choque contra los mosquitos se adelante en esta edición. La Junta anunciará el próximo lunes las medidas y delegará en los ayuntamientos el plan de actuación para combatir la presencia de estos insectos en espacios públicos. Normalmente, el proceso de fumigación para acabar con las plagas de verano se inicia en mayo, pero es probable que en esta ocasión las primeras actuaciones se lleven a cabo a partir de la última semana de abril.

Daniel Gómez es biólogo de la empresa Coplaga y destaca que las últimas lluvias y las altas temperaturas de esta semana de abril son la combinación perfecta para la proliferación de las larvas de los mosquitos. No obstante, los planes de actuación están vigentes todo el año, aunque el plan de choque se implanta en primavera.

Los principales puntos de actuación son las localidades jandeñas de Benalup, Medina, Vejer y Tarifa, donde la la Dirección General de Salud de la Junta pone especial énfasis desde 2020 ante el aumento de casos del Virus del Nilo, provocado por la picadura del mosquito común. El mosquito común o mosquito trompetero (Culex pipiens) es una especie de mosquito que se alimenta de sangre, de la familia Culicidae. Es la causa de muchas enfermedades, como la encefalitis japonesa, meningitis y urticaria. En Estados Unidos es causa del virus del Nilo Occidental. Hay otras localidades donde las administraciones públicas también actúan de oficio. Se trata de Puerto Real, Conil, Arcos y Bornos. Daniel Goómez señala que las zonas de los esteros, por su protección y fauna, resulta muy complicada la actuación contra las larvas

El pasado año, un total de 22 municipios de Cádiz estuvieron bajo la lupa de la Consejería de Salud en lo relacionado a vigilancia y control de los mosquitos causantes del Virus del Nilo, una enfermedad infecciosa transmitida por la picadura de estos mosquitos y que puede llegar a afectar a los humanos, aunque se estima que en aproximadamente el 80% de produce de manera asintomática. Una larva tarda entre 7 y 10 días en convertirse en un mosquito adulto. Los mosquitos hembra depositan sus huevos en cualquier receptáculo que contenga agua.

En la comarca de la Janda destaca la existencia de 2.800 hectáreas de fértiles arrozales, así como cursos de aguas naturales y zonas de marisma como es el caso de la Marisma de Barbate, potencialmente favorables para la cría de culícidos. Este medio ambiente favorece la proliferación de mosquitos en las áreas suburbanas, resultando molestos para la población, disminuyendo la calidad de vida de los residentes y provocando cuantiosas pérdidas económicas, lo cual hace necesario ejecutar medidas de control de mosquitos.

Por ello, la Diputación de Cádiz dentro de sus competencias trabaja, entre otras actuaciones, en la protección del medio ambiente provincial, incluyendo acciones para la mejora medioambiental y la protección de la salubridad pública y por tanto siendo consciente del problema que plantea la plaga de mosquitos, viene prestando desde hace años un Servicio de Detección y Tratamiento de Mosquitos en la Comarca de La Janda con el objetivo de contribuir al incremento de la calidad de vida de los individuos y comunidades cercanas a las zonas más afectadas, minimizando los factores de riesgo y las pérdidas económicas derivadas de las altas densidades de población de mosquitos que pudieran existir.

La Diputación inició los trabajos de prospección y diagnosis el paasdo 1 de abril. Respecto a los tratamientos de control se realizan cumpliendo el plazo establecido por la autorización emitida por la Consejería de Sostenibilidad.

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En las capturas realizadas en los términos municipales de Vejer de la Frontera (en lotes de mosquitos de la especie Culex perexiguus), de Jerez de la Frontera (Culex pipiens) y en Tarifa (Culex pipiens y Culex perexiguus)

Por otra parte, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica es la encargada de poner en marcha el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre Del Nilo Occidental (FNO) y el nuevo mapa de riesgo con los diferentes Niveles de Riesgo (NR) del Virus del Nilo occidental (VNO).

Las acciones varían en función de los Niveles de Riesgo (NR). Así, en el nivel 1 se mantiene, entre otras medidas, comunicación e información a la ciudadanía, además de labores de vigilancia tanto en humanos como en animales. En el nivel 2, se establece una vigilancia de la presencia de larvas/adultos en zonas urbanas y en focos de riesgo en zonas rurales transitadas, así como otras acciones. En el nivel 3, se intensifica la diagnosis, especialmente en distancias inferiores a 1,5 kilómetros de núcleos urbanos y en zonas rurales transitadas. Igualmente, se realiza una vigilancia activa en equinos, aves silvestres o en explotaciones de équidos, cuando corresponda. En el nivel 4, se sigue una vigilancia activa humana, además de la participación de un comité técnico para estudiar la situación, entre otras acciones.

Esta clasificación llevó el pasado año a una distribución por municipios en función de sus riesgos.

- NR1: Cádiz, Zahara

- NR2: Algeciras, Arcos, Bornos, Chiclana, El Puerto de Santa María, Jimena, Los Barrios, Medina Sidonia, San José del Valle, Sanlúcar de Barrameda y Trebujena, Villamartín.

- NR3: Alcalá de los Gazules, Barbate, Conil, Jerez y Puerto Real.

- NR4: Benalup, Tarifa y Vvejer.

- Comarca de Especial Seguimiento: Todo el término municipal de Tarifa, Barbate, Vejer, Benalup y Medina Sidonia.

Por último, el Consejo de Gobierno ha aprobado este pasado martes el I Plan Estratégico Andaluz para la Vigilancia y Control de Vectores Artrópodos con incidencia en Salud (PEVA) para proteger la salud y el bienestar de la población con medidas y actuaciones de vigilancia y control destinadas a reducir la incidencia de enfermedades transmitidas por garrapatas, mosquitos, pulgas y piojos. Las enfermedades que pueden transmitir son malaria, exantemática mediterránea, dengue, fiebre del Nilo Occidental y leishmaniosis, entre otras, cuya reemergencia se vincula al cambio climático. Suponen actualmente el 17% de las enfermedades transmisibles a nivel mundial y causan más de 700.000 muertes al año en el mundo.

Estas enfermedades no son ajenas a Andalucía. Así, durante 2023, se declararon casos importados, confirmados y probables de dengue (47) o malaria (101), o autóctonos como leishmaniasis (76) o Fiebre del Nilo (dos), que causaron tres muertes en la comunidad autónoma a pacientes, en la mayoría de los casos, con patologías previas, una por leishmaniasis (varón de 81 años), una por paludismo (mujer de 68 años) y una por FNO (mujer de 84 años), según la Junta.