ARAHAL

Tumbas del siglo IV en las conducciones de agua de Arahal

Las excavaciones de la nueva red de abastecimiento han sacado a la luz restos funerarios de hace 1.700 años

Detalles de las tumbas encontradas C.G.

C. González

Cuatro estructuras funerarias nuevas han sido el principal hallazgo de las excavaciones realizadas en Arahal con motivo de la construcción de uno de los nuevos cinturones de la red de abastecimiento de agua. El arqueólogo José Miguel Bascón dirigió los trabajos que han quedado expuestos en un informe cuya labor principal era que las obras respetaran, en la medida de lo posible, la huella histórica que guarda el subsuelo del municipio.

Estas cuatro antiguas tumbas están construidas en la misma área sepulcral o necrópolis que las ochenta localizadas en el 2007. Están datadas entre los siglos IV-VI. Su estructura parte de una cista —monumento megalítico funerario individual— construida con mampuestos de piedra de mediano tamaño y algún otro fragmento de ladrillo y tégula. Dentro se encontraron algunos «ínfimos fragmentos de cerámica terra sigillata —tierra sellada, un tipo de cerámica romana de color rojo brillante— y un pequeño fragmento de hueso».

Debido a que las instalaciones estaban por debajo del nivel de excavación, han sido localizadas en superficie y después cubiertas con geotextil (tela permeable y flexible de fibras sintéticas, principalmente polipropileno y poliéster) y una gruesa capa de arena. Una oportunidad de saber qué hay en parte del subsuelo de Arahal fue sin duda la realización de las obras de una red arterial para el abastecimiento de aguas que terminó en enero de 2018. Ante la posibilidad de encontrar restos arqueológicos cuando las máquinas comenzaran a excavar, la Consejería de Cultura determinó que los trabajos tendrían que ser revisados por un experto en este tema.

Ahora se han sabido los resultados de estos trabajos, que tuvieron a pie de obra al arqueólogo cordobés José Miguel Mateos . En un informe pormenorizado detalla qué hay debajo del suelo en las calles San Pablo y Carmona.

Y cuenta este informe que, en las dos zonas en las que se ha trabajado, por un lado, calle San Pablo y Carmona; y, por otro, zona de San Roque, es en la primera donde se encuentran más restos interesantes que corresponden a la vida en Arahal siglos atrás.

Por ejemplo, las obras han ido dejando al descubierto, los restos del pavimento de la antigua Vereda Osuna-Carmona , a lo largo de gran parte de las actuales calles San Pablo y Carmona.

Entre las curiosidades destaca que en ese trazado se han encontrado varios fragmentos de loza blanca que corresponden a los hornos cerámicos que el británico Carlos Pickman situaba en el monasterio cartujo de Sevilla a partir del siglo XIX. Esta vereda se siguió transitando hasta 1967.

Se conservan en el lugar enterrados tres de los cuatro muros de hormigón y ladrillo y una arqueta por donde pasaban los vertidos de un antiguo molino de aceite. Y en dicha arqueta se hallaban, además de fragmentos de cerámica común vidriado, un caballito de plástico o pequeños botes vítreos. Asimismo, aquí han localizado una bóveda de cañón peraltada construida en ladrillo que también funcionó como desagüe.

En este tramo de calles existía una calzada adoquinada y galería de saneamiento. Según explica José Luis Bascón en su informe, dicha pavimentación estaba realizada con adoquines de granito «posiblemente de las canteras de Gerena, explotadas ya desde tiempos romanos».

Otras de las áreas de actuación prioritaria del arqueólogo cordobés fue la zona de la antigua fábrica agroaceitunera La Palmera donde en 2007 se encontró la necrópolis, actualmente un espacio todavía sin resolver.

Se trataba de un cementerio datado entre los siglos IV-VI en el que fueron halladas más de 80 inhumaciones y los restos parciales de un ábside que podría pertenecer a una antigua basílica perteneciente al cristianismo primitivo.

En estos trabajos de excavación, se ha documentado incluso la antigua existencia de los restos de un vertedero en la calle Carmona «utilizado por un prolongado periodo de tiempo ya que se han localizado materiales de muy diversas épocas, final de la era del Bronce, Íbera y Romana».

Para terminar el informe, José Luis Bascón hace referencia a los restos encontrados de calzada en la calle Carmona, confluencia con Mogrollos, y datados también en el periodo romano.

Aquí, a pesar de la escasa superficie excavada, existía una estructura «que podría corresponder a una edificación defensiva , su escasa potencia y la casi inexistente fosa de cimentación hace que nos inclinemos a interpretarla como un tramo de calzada o vía que no ha conservado su terminación superior»

Las excavaciones realizadas para hacer infraestructuras que aseguren las las necesidades actuales de los vecinos de Arahal han puesto de manifiesto que el subsuelo guarda una huella de siglos.

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