Diputación de Sevilla
Los ayuntamientos de la provincia de Sevilla reducen su deuda viva en más de un 45% desde 2012
Villalobos señala que «de los 15 o 20 consistorios cuyas tesorerías estaban en estado crítico durante la crisis, hemos pasado ahora a contarlos con los dedos de una mano»
El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos , ha destacado este pasado martes que los ayuntamientos de la provincia han reducido su deuda viva en un 45,29 por ciento desde 2012 hasta finales de 2018, pasando de deber 1.073 millones de euros a 587.
«Eso, de entrada, indica ya que de los 15 o 20 consistorios cuyas tesorerías estaban en estado crítico durante la crisis , hemos pasado ahora a contarlos con los dedos de una mano», asegura en un comunicado el presidente de la institución provincial.
Villalobos profundiza en que este dato evidencia también «otro termómetro» del que asegura fiarse, los Fondos Extraordinarios de Anticipos Reintegrables (FEAR) , que han sido «muy útil, precisamente en los años críticos de las arcas locales».
En su opinión, gracias a esos anticipos muchos ayuntamientos han ido estabilizando sus finanzas, hasta el punto de que las peticiones a los FEAR han descendido «notablemente». Tan es así que, a falta de la segunda convocatoria del año, hasta ahora la Diputación solo ha adjudicado «algo más de tres millones», frente a los 50 millones de media en los últimos cuatro años.
El presidente de la Diputación de Sevilla habla también de la radiografía de la situación financiera de las entidades locales autónomas (ELA) , tras varios años de racionalización de gasto y de gestión eficiente, aportando datos concernientes a la Diputación y a los consistorios sevillanos.
Para Villalobos, si se enfocan a esos mismos registros en el caso de esta Diputación, el asunto además se torna «más optimista. Si nos fijamos en la deuda bancaria de esta casa, a día de hoy es cero» asegura, antes de detallar que de los casi 144 millones de euros que había de deudas con los bancos en 2012, se alcanza deuda cero a 31 de diciembre de 2017.
«Si hablamos de deuda viva, se sitúa en solo un 16,81 por ciento, lejísimos del 75 por ciento permitido por la ley y más aún del 78,22 por ciento que se registraba en 2012. Y, en depósitos bancarios, de los 110 millones que teníamos en 2012, hemos pasado a los 352 a finales de 2018 y a unos 328 en la actualidad», enfatiza.
También pormenoriza Villalobos los resultados en cuanto al superávit bruto , es decir, en capacidad o necesidad de financiación, «donde las cifras también suman».
Según detalla, antes de aplicar los parámetros de la Ley de Estabilidad para destinar parte de esa capacidad de financiación a inversiones financieramente sostenibles , los registros reflejan una capacidad financiera de 9,8 millones de euros en 2012 y 68,3 millones en 2018. «De esos 68,3, por ejemplo, hemos destinado 52,8 al Supera 7, rigiéndonos por los parámetros que marca la Ley de Estabilidad», ejemplifica.
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