INDUSTRIA

Navantia repite pérdidas en 2022 y lo acusa al incremento de costes de las materias primas

Los astilleros españoles arrojaron un déficit de 96,9 millones de euros

Navantia triplicó su contratación en 2022, hasta 1.700 millones de euros, y registró ingresos por 1.300 millones

La cartera de pedidos alcanzará los 10.000 millones de euros en 2023-2027 y la facturación crecerá por encima de los 2.000 millones desde 2024

Vista aérea del astillero de Cádiz LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

Los astilleros españoles cerraron el ejercicio económico de 2022 con pérdidas. Navantia acabó el año con un déficit de 96,9 millones de euros, motivado especialmente por el incremento de costes de las materias primas. No obstante, fue un buen año de carga de trabajo para los astilleros.

Navantia (Grupo SEPI) alcanzó en 2022 contratos por importe de más de 1.700 millones de euros, triplicando el valor de los pedidos formalizados en 2021. Al cierre de 2022, la compañía pública contaba con una cartera valorada en 7.364 millones de euros. En 2022, la contratación de todo el Grupo Navantia –incluyendo sus filiales y participadas— ascendió a 1.742 millones de euros. Del importe total de los nuevos contratos, 1.126 millones corresponden al ámbito de Defensa. Por líneas de negocio, Construcción Naval (que incluye el área de Reparaciones) firmó contratos por 1.058 millones de euros en 2022, mientras en Sistemas y Servicios se alcanzaron 241 millones y en Energías Verdes, bajo la marca Navantia Seanergies, otros 400 millones de euros.

Estos altos niveles de contratación se mantendrán en los próximos años, hasta situarse cerca de los 10.000 millones de euros en el conjunto del periodo 2023-2027 como consecuencia de la intensa labor comercial y posicionamiento de Navantia en mercados de alto valor añadido y gran demanda. Los encargos, que requerirán la incorporación de alrededor de 1.500 personas, permitirán a la empresa impulsar su facturación superando los 2.000 millones de euros al año a partir de 2024 y llegar al equilibrio de la cuenta de resultados en los próximos años.

Inversiones

Como consecuencia de la ejecución de los diversos programas en marcha, los ingresos ascendieron a 1.342 millones de euros. La empresa cerró el año con un resultado negativo de 96,9 millones de euros, debido en parte por el incremento de los precios de las materias primas y la energía, así como de los tipos de interés, aunque mejorando la previsión de la compañía para el ejercicio. Durante el ejercicio, el grupo ejecutó inversiones por importe de 82,4 millones de euros, destinadas principalmente a la mejora de instalaciones, maquinaria y tecnologías digitales para optimizar el cumplimiento de los contratos. Destacan, entre ellas, la línea de paneles planos San Fernando, la finalización de la compuerta del dique 4 de Reparaciones en la Bahía de Cádiz, las inversiones para la transformación digital y la adecuación de las instalaciones para la fábrica de monopiles XXL de Fene.

Durante este ejercicio, Navantia ha reforzado su actividad internacional reforzando su filial en Australia y creando las filiales Navantia Arabia Limited y Navantia UK Limited, para dar soporte a la actividad de la empresa en esas zonas.

Por otro lado, Navantia ha entrado en el capital de Enagás Renovable adquiriendo un 5% de la sociedad, como parte de la apuesta de la compañía por la descarbonización y las energías verdes materializada en la marca Navantia Seanergies.

En lo relativo a proyectos de colaboración e I+D+i europeos, en 2022 Navantia resultó adjudicataria de seis proyectos del Fondo Europeo de Defensa (EDF), en colaboración con la industria europea, obteniendo una contribución presupuestaria europea de 24 millones de euros a desarrollar en tres años. Estos proyectos permitirán a Navantia consolidar su liderazgo en ámbitos estratégicos clave para su negocio, como la digitalización de las plataformas navales o el desarrollo e integración de vehículos no tripulados y sistemas de nueva generación.

Aumento de plantilla

Durante 2022, Navantia culminó el plan de salidas anticipadas previsto en el Plan Estratégico 2018-2022, consiguiendo un rejuvenecimiento de la edad media de la plantilla hasta los 46 años, desde un promedio de 53 al inicio del plan. Conforme a dicho plan, en 2022 se incorporaron 446 personas. En la actualidad, más del 40% de la plantilla se compone de titulados universitarios con los que se han reforzado áreas como Diseño e Ingeniería, Sistemas e Ingeniería de Producción. Paralelamente, la empresa desarrolla programas de FP dual con una participación de más de 100 alumnos al año.

El 25,6% de las incorporaciones fueron mujeres y el 58% menores de 35 años. Al cierre de 2022, el Grupo Navantia tenía unas plantilla de 4.547 personas, de las que 4.146 correspondían a la sociedad principal. En 2022 la empresa impartió más de 160.000 horas de formación en cursos en los que participó un 85 por ciento de la plantilla, incluido el primer Programa de Desarrollo Directivo para mujeres ingenieras.

Con la publicación de los datos de 2022, Navantia encadena quince ejercicios consecutivos en números rojos. Solo en 2007, el año de la refundación de la antigua Izar a Navantia, logró 159.000 euros de beneficio. La situación se ha agravado en los últimos cinco años (entre los años 2016 y 2020), en el que se han anotado unas pérdidas totales por valor de 1.061 millones de euros tras marcar un récord en 2017, ejercicio que cerró con un resultado negativo por importe de 296 millones de euros.

Navantia redujo sus pérdidas en 2020, el año de la pandemia, y cerró el ejercicio con un saldo negativo de 137,7 millones de euros . En 2021, la situación ha mejorado. Cabe recordar que las pérdidas de los astilleros públicos han ido a más en la última década. Navantia perdió 78, millones de euros en 2012 y recortó hasta los 57,7 millones en 2013 y los 29 millones en 2014, sin embargo, los efectos de la crisis y la inactividad le pasaron factura en 2015 con un déficit de 160 millones de euros, que se disparó en el ejercicio de 2016 con 303 millones de euros en pérdidas.

Posteriormente, sumó pérdidas por valor de 296 millones en 2017 y de 224 millones en 2018 hasta situarse en 2019 en 173 millones. La curva desciende hasta los 137,7 millones de 2020 y en 2021 se recorta hasta los 82,47 millones.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Ver comentarios