Ley del sí es sí

Un entrenador de fútbol base de Sanlúcar condenado por violar a un niño pide que se le reduzca el tiempo de prisión

Se trata de uno de los agresores sexuales que se quieren acoger a la ley del 'sí en sí' en Cádiz

El Supremo lo sentenció a catorce años de cárcel por abusar de un jugador de 12 años de su equipo, al que amenazaba con echarle del club si no le complacía

M. Almagro

Cádiz

Comienzan a acumularse en el buzón de asuntos por resolver de la Audiencia de Cádiz los casos de aquellos condenados por agresiones sexuales que quieren acogerse a las reducciones de sus penas tras la entrada en vigor de la ley del 'sí es sí'.

Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), ya son doce las solicitudes de revisión que se han presentado en las diferentes secciones penales gaditanas (a fecha de 23 de noviembre). Y, tal y como ha sabido este periódico de otras fuentes consultadas, una de ellas se refiere a un caso que cuando se destapó causó un gran revuelo, con una mayor incidencia en Sanlúcar de Barrameda, lugar donde se cometieron los hechos.

Dicho caso es el de un presidente y entrenador de un equipo de fútbol base de Sanlúcar que entre 2014 y 2015 agredió sexualmente de forma continuada a un niño de 12 años que jugaba en su equipo. Según determinó la Audiencia de Cádiz y posteriormente ratificó el Tribunal Supremo, para lograr que el menor sucumbiera a sus complacencias libidinosas, le amenazaba con que si no accedía a tener con él relaciones sexuales, lo echaría del club.

Pues bien, este hombre fue condenado en 2017 por la Audiencia de Cádiz a 17 años y medio de prisión por un delito continuado de agresión sexual y otro de abusos a este menor. Tras recurrir, en 2018 el Tribunal Supremo le redujo la pena al absolverle de los abusos continuados entendiendo que ya se contemplaban en la agresión, por lo que se le impuso un cumplimiento de 14 años de cárcel. Desde el momento de su detención se encuentra privado de libertad.

Ahora, tras la presentación de la providencia por la ley del 'sí es sí' para la revisión de su condena, este agresor sexual podría pasar menos años en la cárcel si así lo estima el tribunal que lo valore atendiendo a la modificación de la norma sobre libertad sexual aprobada este pasado octubre, amparada por el Gobierno de Pedro Sánchez.

La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia de Cádiz daba como hechos probados que el menor de 12 años durante la temporada 2014-2015 jugaba en el club de fútbol de categoría infantil donde el acusado era además de entrenador, presidente. El procesado fichó al chico por inmediación del padre que regentaba un establecimiento en Sanlúcar.

A partir de entonces, el procesado comenzó a frecuentar dicho local, según el fallo, «para estar cerca» del chico. De esta manera se ganó la confianza de su progenitor y eso le permitió durante aquella temporada que trajera o llevara al niño a los entrenamientos «en repetidas ocasiones».

Así, entre diciembre de 2014 y enero de 2015, el entrenador le propuso al menor que jugara de suplente en la categoría de cadete ya que en su equipo no era titular. El menor aceptó. Tras ello, relata la sentencia, lo llevó hasta el coche, que estaba en una «zona oscura y muy poco visible, donde no había prácticamente nadie», para mostrarle la equipación que tendría que ponerse. Una vez allí «le cogió fuertemente la mano con la finalidad de que le masturbara» a lo que el chico opuso resistencia. También «con ánimo libidinoso» le profirió tocamientos. La situación generó una gran confusión en el menor, según el fallo, por lo que no le contó nada de lo ocurrido a su padre.

Cuatro meses después, en abril, el presidente y entrenador se ofreció a llevar al niño a comprar una caña de pescar. Sin embargo, cuando iban en el coche, el ahora condenado le manifestó que pararían un momento en su casa porque tenía que recoger un soporte de televisión para llevárselo a un amigo. Ya en el trayecto le dijo que «le iba a dar una chupadita, en referencia a que le iba a hacer una felación». Al llegar a la vivienda, el procesado cerró tras de sí la puerta del cuarto con el pestillo y abusó de él. El niño «temeroso» de que le echara del equipo «si reaccionaba de forma distinta a los deseos del acusado», accedió a que éste le llevara en coche de vuelta a su casa y, de nuevo, volvió a proferirle tocamientos.

En mayo de 2015 volvió a abusar del menor. Lo hizo cuando el niño estaba comiendo en su casa. El chico había ido por la promesa de éste de echarle saldo en su móvil, y «con ánimo libidinoso, efectuó una felación al menor». La sentencia continúa con el relato de más hechos. Entre enero y julio de 2015, el entrenador dejó al chico que condujera su moto por Sanlúcar. El condenado aprovechó el momento para rozar sus genitales contra el chico.

Los abusos continuaron. Así en julio, con la amenaza de poner al chico en contra de sus compañeros y echarlo del club si no accedía a sus deseos, logró que volviera a ir a su casa. Le dijo «que le daría una chupadita y así ya no le debía los 10 euros del campus y además le daría 5 euros más». Como el menor se negó y entonces el condenado «con ánimo lúbrico, lo empujó fuertemente hacia la cama», se puso encima y le agredió sexualmente.

Tras todo ello, el menor decidió contarle a la abuela que su entrenador «lo manoseaba y tocaba». Posteriormente, el padre al conocer los hechos presentó la denuncia.

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