inmigración

Dos de los inmigrantes rescatados tras ser arrojados al agua siguen hospitalizados con una evolución favorable

Cuatro personas que viajaban en una embarcación semirrígida perdieron la vida en la playa de Camposoto

Cuatro inmigrantes fallecidos tras ser arrojados al mar en San Fernando

Hospital de Puerto Real, donde siguen ingresados dos de los inmigrantes la voz

J.M.V.

CÁDIZ

Dos de los inmigrantes que fueron rescatados en la tarde del miércoles tras ser arrojados al mar desde una narcolancha en las playas de Camposoto y Sancti Petri permanecen ingresados en el hospital de Puerto Real con una evolución favorable. La información aportada por fuentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) desmiente la aportada ayer a este periódico por fuentes de la Policía Nacional en la que se aseguraba que todos habían sido ya dados de alta y trasladados al CATE de San Roque.

Tras los tristes y lamentables hechos, cuatro de estas personas arrojadas al mar acabaron siendo hospitalizadas: una de ellas en el hospital de San Carlos, que no tardó en ser dado de alta, y tres en el de Puerto Real. De estos últimos, uno también fue dado de alta y dos permanecen ingresados en planta y evolucionando favorablemente.

Los dos ingresados se encuentran ya en planta tras haber permanecido un tiempo en observación de Urgencias. Ambos se encuentran estables y con buena evolución, según estas fuentes sanitarias. Además, otros dos que habían necesitado asistencia hospitalaria ya han sido dados de alta.

Los tristes hechos

Cabe recordar que en la tarde del miércoles un total de 35 inmigrantes, seis de ellos menores, fueron arrojados desde una embarcación al mar para que alcanzaran la orilla. De ellos, 27 fueron arrojados en la playa de Camposoto, en San Fernando, siendo auxiliados 23, mientras que cuatro perdieron la vida. Por su parte, de los ocho arrojados en Sancti Petri, tres necesitaron ingresar en el Hospital Puerto Real.

Según relató la persona que rescató con una pequeña embarcación a los ocho inmigrantes en Sancti Petri, los tiraron en una zona donde «puede haber cuatro nudos de corriente y eso es brutal, porque hay que ser muy especialista para saber salir de la corriente». De hecho, dijo que comenzaron rescatando «a los que ya estaban boca abajo, que ya había tres se puede decir que ahogados».

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