Dios Salve a la Reina se corona en Sancti Petri

CONCERT MUSIC FESTIVAL

La banda argentina tributo a Queen se deja el alma en el escenario del Concert para evocar, salvando las distancias, a Freddy Mercury y los suyos ante un público numeroso y entregado

Save the Queen en el Concert. Nacho Frade

MANUEL LÓPEZ SAMPALO

CHICLANA

Hay artistas que, por más empeño que se ponga y se clone hasta el último detalle, son inimitables. Prodigios que rompieron el molde al nacer. Uno de ellos es Camarón de La Isla. Otro, Freddy Mercury.

Partiendo de esta premisa ‒la inimitabilidad del grupo Queen‒, cabe decir que los argentinos God Save the Queen rinden un más que digno tributo a la legendaria banda inglesa compuesta, además de por Mercury, por Brian May, Roger Taylor y John Deacon.

Los tributarios de Queen, que actuaron en la penúltima noche del Concert Music Festival, responden al nombre de Pablo Padín ‒el Mercury de Rosario‒, Francisco Calgaro, Matías Albornoz y Ezequiel Tibaldo.

Desde la guerra de Las Malvinas y la posterior revancha maradoniana, no se veía tal conexión anglo-argentina. Pero en esta ocasión para bien, claro. Y tan bien que, siendo el grupo reincidente en la provincia ‒se ve que dejó buen sabor de boca‒, cosechó una notable entrada en el recinto chiclanero: con la pista abarrotada y la grada bien poblada.

Entrando en faena musical, Dios Salve a la Reina recorrió el catálogo de Queen, desde sus comienzos en 1973 hasta su último álbum, Made in Heaven, editado después de la muerte de Freddie Mercury, en 1991. Sonaron, cómo no, sus temas clásicos como como Bohemian Rhapsody,Love of my Life, We are the Champions o We will Rock You.

Se escuchó Tie your mother live para abrir boca. Tema al que Who wants to live forever dio el relevo. «Hello, everybody. Good night, Chiclana!», se presentaron los rosarinos, eludiendo el castellano, como si hubiesen nacido en Kensington ‒que hasta este nivel de detalle cuidaron el calco, metidos en el tipo como haría José Mari, el FM de Malet‒ en la chirigota del Selu‒.

Sonó posteriormente Doing all right. Y el público haciendo eco. Under pressure, tema que interpretaba la banda británica junto a David Bowie,. Tomó el testigo en la tracklist. Sentado el vocalista argentino al piano atacó In the lap of the Gods: «It's so easy, but I can't do it. So risky, but I gotta chance it».

Ataviado Padín/Mercury con una gorra blanca con cuernos interpretaron No one but you, seguida de Bycicle Race y de I was born to love you.

Save me y un gran sólo de guitarra eléctrica prolongaron la noche en Sancti Petri. «Buenas noches, Chiclana; cómo estáis», se presenta, a buenas horas, el guitarrista mientras el vocalista toma aire. Acometen Love of my Life, una balada señera de la extinta banda londinense: «Love of my life, don't leave me You've taken my love (my love) And now desert me Love of my life, can't you see?», versos acompañados de guitarra acústica.

«C'mon. Are you ready?», anima el cotarro, anunciando la que se viene, el imitador del líder de Queen. Suenan compases country que despejan la veda para que se escuche el sobresaliente tema Fat bottomed girls.

Y, ahora sí, llega la alta montaña, Los Pirineos, como se diría en ciclismo. Somebody to love como primer puerto de categoría especial. «Can anybody find me somebody to love? /Ooh, each morning /I get up I die a little /Can barely stand on my feet».

Sólo de guitarra eléctrica. Cambio de ropa, chaqueta amarilla de aviador, y el espectáculo tiene que continuar, claro. Momento álgido de la noche sonando Show Must go on! Final con puño al cielo al más puro estilo Mercury.

Se arranca el público a danzar con los acordes disco y los haces de luces de colores de Radio Ga Ga. Movimiento de cadera entre los más puretones al son del inconfundible tema Rapsodia Bohemia. El respetable botando en los últimos compases de un himno colosal que va in crescendo. Ambientazo.

Cantan I want to break free, disfrazado burdamente de mujer el vocalista –a lo FM–. Se coloca una capa blanca e interpretar, a renglón seguido, We will rock you.

Descamisado y al piano, que llega We are the champions. Y a algunos que se nos viene a la cabeza el gol de Mijatovic en Amsterdam que le dio la séptima copa de Europa al Real Madrid. En fin. El colofón lo ponen los acordes de I want it all.

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