ELECCIONES 28M
Lágrimas en Adelante Izquierda Gaditana
El candidato David de la Cruz no oculta su tristeza ante los resultados de las elecciones y promete que lucharán en la calle «contra cualquier política de recorte»
Parte del equipo de Adelante Izquierda Gaditana llegaba a la Peña Juanito Villar nada más cerrar los colegios electorales, pese a que en ese momento el Cádiz CF se estaba jugando la permanencia. Pareciera que la mirada estaba puesta en el equipo amarillo, pero en realidad no. La Caleta comenzaba a despedirse un día más con su particular puesta de sol. Lo que no se sabía en ese instante es que la despedida iba a ser la gran protagonista de la noche electoral.
El escrutinio arrancaba y los de Sergio ganando era la primera buena noticia que se esperaba en Cádiz. La segunda, a punto. Llegaba José María González 'Kichi' de amarillo, celebrando la victoria entre sonrisas y brindis. El alcalde -en sus últimas hora como tal- auguraba buenas vibraciones. Eso parecía. Eso transmitía.
Lola Cazalilla, la número tres de la candidatura del partido, era una de las primeras en llegar a la peña flamenca. Entonces no se esperaba ni por asomo el resultado final. «Lo primero que hay que celebrar es el aumento de participación, es un buen síntoma», celebraba. «La abstención nunca es buena porque luego lo que se representa es una minoría de las voces sociales, cuantas más voces, mayor diversidad». Era el mensaje, tipo mantra, que se respiraba desde el primer minuto en la que se convertía la sede de Adelante Izquierda Gaditana por una noche antes de que se realizara al valoración final.
Los datos del escrutinio avanzaban conforme los militantes llegaban. La expectación era cada vez mayor y la ausencia del alcaldable, muy notable. El 94% escrutado se rozaba, las pantallas de los móviles encendidas y el F5 más activo que nunca. Pero David de la Cruz no aparecía.
Los militantes de Adelante Izquierda Gaditana, en la puerta de la peña, conformando una piña, se abrazan, se intercambian palabras de ánimo. El resultado cada vez está más claro. Los populares llegarían a la alcaldía y tras ocho años de Kichi, tendrían que empezar a construir de nuevo.
Ni cánticos, ni vítores, ni himno de Andalucía. Las luces se apagaban. El PP conseguía elevarse con la mayoría absoluta en el último momento con 14 concejales frente a un PSOE con siete ediles y Adelante Izquierda Gaditana, finalmente, que se descabeza bajando a seis.
La tristeza se apropiaba de la peña Juanito Villar. Cuando, por fin, llegaba David de la Cruz, conmocionado y con los ojos lagrimosos. Por debajo del arco de la Caleta sus compañeros de trinchera le gritaban palabras que salían del alma. Gritos de aliento. «Vamos a conquistar los barrios», le aseguraba uno de los militantes a los cuatro vientos.
Humildad y satisfacción
«Hoy es un día muy triste. El resultado no es el que esperábamos. Nos duele, pero lo asumimos. Toca construir desde el primer día una alternativa de izquierda para esta ciudad», comenzaba el candidato su intervención arropado por todo su equipo, por el que ha estado junto a él todo este tiempo.
De la Cruz ha valorado la situación dejando claro que «hay que ser autocrítico, humilde y hay que reflexionar. Nos toca estar en la oposición, en la calle contra cualquier política de recorte».
Las palabras cada vez se escuchaban más entrecortadas. La derrota era difícil de verbalizar. «Seguiremos trabajando para volver, para regresar, para seguir con la conquista de derechos. Seguiremos luchando por un Cádiz más diverso, más inclusivo y de la mayoría social», le aplaudían fuerte intentando tirar de él: «De la Cruz, tú eres mi alcalde».
El candidato concluía dando las gracias al gobierno todavía actual. «Gracias por estos 8 años construyendo. Gracias por hacer de esta ciudad un lugar mejor. Por estar en cada lucha». Pese a la derrotero, por un segundo se recompuso para dar por concluida la inesperado noche electoral: «Toca dar la cara. Seguiremos peleando y construyendo. Volveremos a ilusionar la ciudad». Las lágrimas no daban tregua. Aunque el sol en la Caleta volverá a salir de nuevo.
