Inseguridad entre vecinos y comercios de La Viña por robos y altercados con 'sin techo'

Son muchas las personas sin hogar que pasan el día y la noche en este barrio, al estar situados varios centros donde les ofrecen desayunos y comidas, además del albergue municipal situado en la plaza de Capuchinos y el centro de día Fermín Salvochea.

Loli, que regenta un negocio de congelados, asegura que es la tercera vez desde el mes de enero que entran en su tienda para robar. En otras ocasiones ha sido con el comercio abierto al público pero la última fue el pasado fin de semana, de madrugada.

La alarma saltó cerca de las cinco de la mañana. El ladrón entró por la rejilla del aire acondicionado y extrajo del local una caja de gambas. «No pudieron sacar la caja de caudales (que además estaba vacía) porque por el hueco ni siquiera cabía. Estaba destrozada de los golpes que le dieron al intentar sacarla por ese espacio, por el que un adulto no entra. Se trataba de una persona joven, encapuchada y con guantes porque no hay huellas por ningún sitio».

Asegura que los comerciantes de la zona ya no pueden más y que están pensando unirse como colectivo para reclamar con más fuerza una mayor presencia policial en la zona que garantice su seguridad y la de sus clientes. «Aunque la Policía Local venga cuando la reclamamos, es necesario una mayor vigilancia porque los robos no cesan y ya hemos invertido mucho dinero en alarmas, cierres, verjas y todo tipo de medidas de seguridad», apunta.

Loli señala que «tenemos incluso un grupo de whatsapp para que sepamos todos lo que pasa y estamos pensando incluso en unirnos en una plataforma para intentar ejercer una mayor presión porque no podemos seguir así».

En verano, la presencia de personas sin hogar aumenta siempre en la capital y es en esta zona de la ciudad en la que pasan la mayor parte del día. Algunos incluso de la noche.

Así lo manifiesta Vanesa, vecina de la plaza Macías Retes, donde cada noche pernoctan numerosas personas sin hogar «ya sea en los bancos o con cartones e incluso colchones a las puertas del albergue municipal».

Aunque son conscientes de que son personas que no cuentan con un techo bajo el que dormir, los vecinos se quejan de los altercados y las peleas. «Muchos de ellos tienen adicciones tanto al alcohol como a la droga y por eso se pelean tanto», señala. Además de los ruidos, los vecinos se quejan de la suciedad que generan porque «aunque desde el Ayuntamiento vengan a limpiar, al final vuelve a estar todo hecho un asco ya que estas personas hacen sus necesidades en plena calle». Piden soluciones urgentes ya que «aunque aumentó la vigilancia por un tiempo porque nos quejamos al alcalde y mantuvimos varias reuniones, al final todo sigue igual».