Pequeños héroes desde su primer instante de vida

Marta nació cuando tan sólo tenía 29 semanas. Llegó al mundo antes de lo previsto y pasó sus primeros 54 días de vida en un hospital, hasta que los médicos corroboraron que su organismo funcionaba de forma autónoma al cien por cien. Como ella, uno de cada diez niños que nace lo hace de forma prematura, es decir, antes de las 37 semanas completas de gestación.

No todo los prematuros que nacen consiguen sobrevivir, ya que esta prematuridad interfiere en el desarrollo total de los órganos del recién nacido, aunque en la actualidad los avances y cuidados médicos permiten obtener unos mayores índices de supervivencia y un menor número de secuelas. En todo este proceso, ellos son los verdaderos protagonistas, pequeños grandes héroes que luchan desde el primer segundo de su nacimiento por aferrarse a la vida.

«Fue muy duro irte a casa y tener que dejar a tu hija en el hospital, pero luego entendí que era allí donde estaba bien». Es el testimonio de la madre de Marta, Pilar Diánez, que contó ayer en Dos Hermanas su experiencia personal con su hija prematura. Lo hizo en el marco de una serie de conferencias que se celebraron en el Centro Cultural La Almona, organizadas por la recién creada Asociación Pequevidas Valme, en colaboración con el Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla y el Ayuntamiento nazareno.

Tras las charlas, en las que participaron también diferentes especialistas médicos, todos los asistentes, entre padres, niños, primos y abuelos, realizaron una marcha a pie por las calles del centro de la ciudad nazarena para festejar así el Día Mundial del Prematuro, que se celebra cada año durante el mes de noviembre con el objetivo de visibilizar a estos pequeños luchadores y sus familias, que pueden llegar a pasar meses en un hospital hasta su completa recuperación.

Precisamente, para apoyar a estos padres, que tienen a sus hijos prematuros hospitalizados durante las primeras semanas de vida, ha nacido esta asociación en el Hospital Virgen de Valme de Sevilla. Su presidente, Jesús de la Torre, ya explicó esta semana que los beneficios obtenidos en esta marcha, en la que participaron unas 150 personas, se destinarán a crear un banco de sacaleches ya que estos bebés no tienen aún fuerza para succionar y «muchas familias no pueden permitirse comprarlo».

«Se pasa fatal, sobre todo cuando te vas a dormir a casa», reconoce Manuel, padre de Pablo, un niño que ahora tiene casi dos años y que nació prematuro a las 31 semanas de gestación. Sus primos, Paco y Adrián también lo fueron y ayer todos, abuela y tíos incluidos, participaron en esta marcha en favor de estos pequeños héroes. La vinculación que se establece durante esas semanas de ingreso en el hospital entre los padres, los pequeños y los profesionales se incentiva especialmente en estos casos, ya que los cuidados fundamentales para favorecer el desarrollo del bebé se centran en el método «canguro», que estimula el contacto piel con piel del niño con la madre. Es, por ello que, en la marcha de ayer también hubo médicos y enfermeros de Valme como María José, matrona de este hospital desde hace cinco años, o el doctor Javier Casanova, coordinador del Área de Neonatología.

Cuidados médicos

Según los datos, el Hospital de Valme atiende cada año a unos 500 recién nacidos con diversas patologías, como infecciones, trastornos o malformaciones. De todos ellos, el 50% son prematuros. En este sentido, este centro hospitalario lleva ya décadas incorporando entre sus cuidados programas que potencian la humanización de la asistencia neonatal con técnicas del contacto directo y la filosofía de puertas abiertas para facilitar la relación continúa durante las 24 horas de los padres con los prematuros. Entre los cuidados avanzados destaca también la lactancia materna y el alta precoz a recién nacidos que no requieren una atención médica especializada, para que puedan permanecer en casa bajo supervisión médica.