Una periodista de «Espejo Público», acosada en Benidorm
La reportera acudió a la localidad alicantina a grabar un reportaje sobre el turismo de borrachera en la localidad
El pasado 8 de agosto, el programa «Espejo público» emitió un reportaje para el cual se habían desplazado hasta Benidorm (Alicante). El objetivo del mismo no era otro sino el de relatar cómo se divierten en nuestro país los jóvenes extranjeros que acuden a la
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llamada del desfase etílico . Pero lo que no se podía esperar es que, cuando aun no era ni de madrugada, y en presencia de la cámara de «Espejo público» encendida, varias personas ebrias se atrevieran a intentar acosarla .
La reportera de «Espejo público» , Noor Ben Yessef , se encontraba en el centro de la calle en donde se reúnen los extranjeros, sobre todo británticos , para disfrutar de la noche del levante. Mientras intentaba trabajar, grabando su reportaje, se le fueron acercando diferentes hombres con la firme intención de abrazarle o ponerle las manos encima. «No me toques» fue la frase que más tuvo que repetir la profesional de «Espejo público» para evitar ser manoseada.
«A uno le pregunto qué tal al fiesta en España y a ese se le ocurre tocarme la cámara. El resto se acercan a tocarme mientras estoy trabajando», relató la periodista en el plató de «Espejo público» después de ver las imágenes en las que no dejan de acercársele hombres. «Sentimos impotencia más que miedo. Si no estuviera trabajando quizás se me hubiera ido la mano», aseguró.
Recordó también que aquellas imágenes se obtuvieron en torno a las 23.30 horas , es decir, una edad muy temprana para los grados etílicos que presumían llevar en sangre. De igual forma, recordó que, al ser temprano, era habitual ver a familias completas , niños incluidos, paseando por los alrededores y presenciando aquél dantesco panorama en el que intentó trabajar la reportera de «Espejo público» .
Aunque la reportera afirmó que no había ningún español entre los que intentaron acercarse a ella, denunció la sensación de inseguridad que imperaba en la zona. «Nos protegimos con la cámara» , señaló en «Espejo público» , y aunque no haber sentido miedo en ningún momento, «es una sensación de impunidad » . Recordó haber visto a policías merodeando la zona desde sus vehículos, pero en la calle en la que sucedió todo, peatonal, no había ninguna seguridad.
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