El motivo de la desaparición de la polémica Miriam Saavedra de la televisión

Desde hace un tiempo, la Princesa Inca, ex de Carlos Lozano y ganadora de la pasada edición GH VIP, ha decidido abonarse a otra disciplina que nada tiene que ver con los escándalos protagonizados en televisión

Miriam Saavedra Telecinco

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Su paso por Gan Hermano VIP caló tan hondo que cuando la estrategia de Hugo Castejón durante esta edición fue enemistarse con todos los integrantes de Guadalix se dijo que se estaba haciendo un «Miriam Saavedra» . No en vano, a la peruana le funcionó tan bien que terminó llevándose el maletín del reality, fichando por la cadena para comentar otros programas para hablar de sus idas y venidas con Carlos Lozano, para ocupar un cotizado sillón como colaboradora de Sálvame y hasta para participar, en una versión más desentonada de sí misma y exprés, en Supervivientes. Eso sí, una visita a Honduras que se gestó no por el premio sino para desestabilizar a Lozano y a la madre de su hija, Mónica Hoyos, ambos concursantes de la pasada edición del reality de Telecinco.

Sin embargo, el esplendor de la Princesa Inca en el medio catódico parece haber llegado a su ocaso. De hecho, desde hace un mes, cuando se produjo una polémica con Hugo Castejón , no hay ni rastro de Saavedra en televisión, donde ha ido desaparendo de forma gradual.

Las dos veces a la semana que la ganadora de la pasada edición de GH VIP debía acudir a Sálvame se convirtieron en un par de veces al mes, y de ahí a no presentarse en el plató del programa de Telecinco hay mucho menos que un abismo.

Sin embargo, esta renuncia parece tener un motivo: el deseo de Miriam Saavedra de convertirse en actriz, algo que, para muchos, ya era la Princesa Inca desde que comenzó su periplo televisivo en España.

Aunque actualmente se encuentra con una amiga de visita en Roma, la mediática peruana se ha apuntado a una de las escuelas dramáticas más prestigiosas de España, la de Cristina Rota y, tal y como apunta la revista Semana , en esta academia le habrían recomendado abandonar la televisión, los culebrones de la prensa rosa y, sobre todo, los escándalos que solía protagonizar , como una estrategia para limpiar su imagen y centrarse en exprimir al máximo su potencial interpretativo.

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