El Hormiguero

Máximo Huerta desvela su última conversación con Pedro Sánchez: «Bajé con unas ganas de dimitir...»

El periodista y escritor acaba de emprender una aventura empresarial como librero tras inaugurar 'La Librería de Dª Leo' en su pueblo natal

Pablo Motos sigue en el punto de mira de los fans del K-Pop: ahora le masacran en las reseñas de Google

Máximo Huerta, nuevo invitado de 'El Hormiguero' Antena 3

María Robert

Hace unos días Máximo Huerta se sentaba en el chéster de Risto Mejide,   donde se sinceraba sobre su experiencia fugaz en el Ministerio de Cultura . El periodista y escritor también mencionaba en el programa de Cuatro su nueva faceta empresarial, un negocio muy especial. Este lunes 30 de enero dio más detalles sobre esta nueva aventura profesional en la que se ha embarcado. Lo ha hecho inaugurando la semana en 'El Hormiguer o' .

Huerta acaba de abrir 'La Librería de Dª Leo' en Buñol, la localidad donde nació y a la que se ha mudado recientemente para cuidar de su progenitora. «Por las mañanas soy su madre y por las tardes soy su hijo. Ha pasado dos tumores y una operación de cadera. No quiero tener una pena de futuro de no que no hice lo que tenía que hacer, quiero que ella viaje feliz», desveló.

«De Buñol al mundo», enfatizó el invitado, que acaba también de lanzar la web del establecimiento, un precioso y elegante local de estilo francés. En cuanto la hubo presentado, Pablo Motos formuló una pregunta comprometedora «¿Qué es más arriesgado abrir una librería o aceptar ser ministro?».

Aunque no se pensó la respuesta, no fue la que el público podría esperarse. «Sin lugar a dudas lo primero, porque me ha costado mucho más», recalcó el escritor. Además, explicó que decidir aceptar la cartera ministerial lo llevó 30 segundos y la tomó «comiéndome un croissant y un café con leche». En cambio, agregó,«en este país cuesta una barbaridad abrir una simple librería en cuanto a papeleos, ayuntamientos… De todo. Eso ha sido mucho más complicado, pero mucho más gratificante».

Lo que cobró Huerta como ministro

No obstante, Motos no pudo dejar pasar el tema, y sacó a relucir también su breve paso por la política intentando averiguar, en broma, si al menos le pagaron el mes entero. Aprovechó la pregunta para aclarar que renunció incluso a lo que le tocaba, que según calculó eran unos 1.000 euros. Tampoco quiso saber nada sobre otro cargo que le ofrecieron, pues como ya le contó a Risto Mejide , sintió que lo 'tiraron al precipicio', «Quería hacer una digestión lenta, larga y dolorosa. No me quedé más que con el maletín, que está en casa», afirmó.

Entonces estuvo callado porque estuvo tan mal psicológicamente que no pudo hablar, pero ahora, ya recuperado y sin intención de victimizarse, Máximo Huerta dio su versión con pelos y señales.

Algo que nunca ha contado fue su última conversación con Pedro Sánchez . «Subí con el coche a Moncloa, llevaba el discurso en el móvil esperando a imprimirlo», arrancó el invitado su anécdota. Al llegar a la casa presidencial lo hicieron esperar en una sala un rato que se le hizo eterno. «Me hice un 'selfie' con un cuadro que hay en esa habitación, me vi difuso, como estaba yo en ese momento», prosiguió.

Luego entró finalmente a hablar con Sánchez y le dijo que se iba, que no pasaba nada. «Lo que me resultó paradójico es que en lugar de unas palabras para mí, empezó a hablar de él, de cómo lo vería la historia en el futuro», reveló Huerta, que continuó su relato ante un pasmado Motos. «Mencionó que todos acababan mal en política, poniendo el ejemplo de Zapatero, de Aznar y de González. Decía 'de mí, ¿qué dirán? Me entraron ganas de decir, 'padre, que estoy hablando yo, déjeme hablar'. Bajé con unas ganas de dimitir...».

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