El insólito motivo de un jubilado para tener sexo en un cementerio

Óscar Rus

11/04/2023
Actualizado a las 11:13h.

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A Herminia (66) y Ramón (68), dos jubilados que acudieron este lunes a 'First Dates' (Cuatro) en busca del amor (y/o de sexo), les separaba más de 500 kilómetros de distancia. Ella, divorciada con 3 hijas y taxista durante 35 años, es de El Prat (Barcelona); él, divorciado con un hijo de 23 años y muy fiestero, de Santa Pola (Alicante). «Me privo de muchas cosas, de comer muchas cosas, para estar un poco bien. Mis hijas se cachondean de mí, pero hay cosas que no como», contó ella a cámara, en el confesionario de 'First Dates' , antes de entrar al plató y ser recibida por Carlos Sobera .

La soltera contó al presentador que llevaba soltera desde hace 15 años, pues era muy independiente y aún no había conocido a la persona idónea. 'Hermi' pedía poco (o mucho, según se mire): enamorarse y ser correspondida. «Si no estamos enamorados, nos seremos infieles . Yo fui infiel porque tenía unas carencias», reveló. Herminia se refería a su exmarido, con quien tiene 3 hijas, pero aseguró no tener ningún arrepentimiento en su vida amorosa.

«Me gusta ducharme, tengo mis perfumes, y salir a la calle aseado, limpio. Las cremas... no. Antiguamente no se llevaban y no se llevan», se presentó Ramón , 'El tío', ante los espectadores en el confesionario de 'First Dates' «Está bien la mujer. De mi estilo, más o menos. Bien, bien. Me ha gustado», reaccionó el santapolero, que durante la velada, contó a su cita que había tenido cuatro parejas (y dos de ellas, mucho más jóvenes que él). A Hermi no le entusiasmó aquello: «Ojú, ojú. Son muchas peteduras de pata». Él se explicó: «Me casé a los 19 años sin ir a la Mili. La primera me duró un año. Se casó por interés. Quería salir de casa. Dijo que estaba embarazada y era mentira».

Hermi contó a Ramón que su vida era muy sencilla y que le gustaba bailar. Él se llevó la afición a otro terreno: podría llevarla a cenar, a pasear...«Y a echar un kiki , si se presente, qué vamos a hacer», confesó, a solas y a cámara. Él prefiere andar, coger la bici y jugar al chinchón con sus amigas. «Tú eres un callejero», le espetó ella. Él lo admitió.

Y llegó el momento en el que los comensales tuvieron que responder a una serie de preguntas subidas de tono. La primera, las fantasías sexuales. Ramón contó que le gustaba la lencería negra y Hermi , que los hombres llevaran tanga. «Para jugar un rato, vale, y ya. Pero por costumbre no», soltó él. La segunda cuestión fue el sitio más raro donde les gustaría tener sexo. La respuesta de Ramón dejó ojiplática a Hermi : «En un cementerio». «Uy, por Dios, a mí no me llevas a un cementerio», respondió ella. «Ahí no te molesta ni Dios y puedes chillar lo que quieras», argumentó él. Herm i fue más clásica y optó por tener sexo debajo de la cama: «A escondidas. Tiene que dar morbo».

A esas alturas de la cita estaba más que claro que Ramón y Hermi se iban a dar una segunda oportunidad una vez se apagaran los focos y detrás de las cámaras «Es un hombre divertido, que me puede hacer reír, y tiene unos ojos bonitos», comentó ella. La tensión sexual no resuelta fue más que evidente durante su reencuentro con el redactor de 'First Dates '.

Hermi : Hay para mojar.

Ramó n: ¡Vamos a mojar!

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