Boom
Los momentos más memorables de José Pinto en la televisión
El salmantino, que se dio a conocer en televisión en «50x15» y «Pasapalabra», brilló con luz propia en «Saber y ganar» y «¡Boom!»
José Pinto, el 'lobo' de ¡Boom! que más cosas sabía
Rostro habitual de la pequeña pantalla en los tres últimos años, el ganadero José Pinto se ganó el cariño de millones de televidentes españoles con su simpatía, humildad y sencillez. Espectadores que le conocieron en «50x15» y «Pasapalabra», pero que le vieron florecer en «Saber y ganar» y después en «¡Boom!», los dos concursos en los que se convirtió en un auténtico icono.
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¡Boom!
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En el segundo espacio, estuvo nada menos que 98 programas junto a Jordi Hurtado , en los que ganó la nada desdeñable cantidad de 62.000 euros. Sus charlas memorables con el presentador y sus célebres camisetas –que agrandaron su mito–, así como sus vastos conocimientos en toda clase de materia conquistaron el corazón de los telespectadores... que contra todo pronóstico le vieron «reaparecer» en «Saber y ganar».
Cuando sumaba 91 emisiones en las tardes de La 2, un día José Pinto tuvo que hacer frente a «El duelo» del longevo concurso y no superó la prueba, aunque fue por un error del programa. Hurtado le preguntó acerca de la Conferencia posterior a la Segunda Guerra Mundial en la que estuvieron presentes Churchill, Roosevelt y Stalin y en la que se decidieron las condiciones que debía cumplir Japón tras la guerra. La respuesta del concursante, Yalta, no fue validada por el programa, que aseguró que fue la de Postdam. Sin embargo, José Pinto no se dio por vencido y argumentó que su contestación era válida, obligando al programa a revisar la respuesta, rectificar y readmitir al concursante.
Unos meses después de aquello y en compañía de Valentín, Manu Zapata y Erundino, otros tres aspirantes de «Saber y ganar», José se pasó a Antena 3 para comenzar a gestar la leyenda de «Los Lobos» de «¡Boom!». Nada menos que 376 tardes en antena pasó José en compañía del grupo, consiguiendo entrar en el Libro Guiness de los Récords como los concursantes que más tiempo han permanecido en un concurso de manera consecutiva. Cuando ya habían superado las 300 tardes, la cifra en la que estaba el récord, el espacio les hizo entrega de un cartel conmemorativo de su hazaña. «Dice ahí que [el récord] es de 300... ¡pero ya llevamos más!», espetó entonces el participante, que bromeó con el presentador Juanra Bonet. «Cuando “¡Boom!” llegue al programa 25.000, tú saldrás en los Guiness». Aquel instante fue legendario y quedará para siempre en la retina de los televidentes.
El pasado mes de diciembre, José Pinto decidía abandonar «¡Boom!» por «motivos personales», siendo sustituido en el aclamado equipo por Alberto Sanfrutos. En el tiempo que estuvo en el programa de Bonet, no obstante, el concursante regaló a la audiencia decenas de momentos para el recuerdo. Entrañable y bonachón, el concursante, aunque reservado, no dudaba en exhibir que la vergüenza y el pudor no iban con él. Ejemplo de ello eran los bailes que solía protagonizar en no pocas ocasiones y que iban desde un «twist» al reconocible «Swish Swish», pasando por pasodobles. «Bailar no sé, pero vergüenza no tengo», afirmó en una ocasión el concursante.
Sus camisetas, en las que homenajeaba (y promocionaba) asociaciones sin ánimo de lucro, enfermedades raras, figuras históricas y elementos relacionados con su ciudad, Salamanca, tampoco pasaban desapercibidas. Inolvidable fue aquel día en el que se presentó en plató con la característica camiseta «de la jamoneta» del Club Deportivo Guijuelo , que compite en la Segunda División B del fútbol español.
Aunque más allá de su faceta más distendida y mundana, José Pinto también destacaba por su inteligencia y sabiduría, que le hacían prácticamente invencible. De hecho, la gran mayoría de veces que los rivales podían eliminar a un miembro de «Los Lobos» para las rondas finales, escogían a José Pinto. Cuando no podían hacerlo, el concursante se mostraba intratable en pruebas como la «Bomba clasificatoria», en la que respondía sin apenas despeinarse a casi todas (o a todas) las preguntas él solo de manera correcta para llevar a «Los Lobos» a la prueba final de «¡Boom!».
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