Ucrania gana Eurovisión tras arrasar en el televoto y España logra un histórico tercer puesto

El festival corona a la Kalush Orchestra, con el factor sentimental de la guerra como factor decisivo

Vídeo: así ha sido la actuación de Chanel en Eurovisión

Así es la letra de SloMo de Chanel, la canción de España en Eurovisión

Chanel puso toda la energía en el escenario EFE/ VÍDEO: EP
Federico Marín Bellón

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Si un marciano llegara a la Tierra en el preciso instante en que se celebra el festival de Eurovisión , pensaría que los terrícolas somos una especie por desarrollar, no demasiado despierta y con un gusto musical pésimo, pero buena gente. Se equivocarían al menos en una cosa. Precisamente una guerra marcó el desarrollo de la competición, en la que terminó imponiéndose Ucrania. La representante española, Chanel , compitió con todo lo que tenía y se ganó el respeto de un país acostumbrado a bordear el ridículo en el certamen.

Tan vigorosa fue la actuación de la artista hispanocubana en Turín, que pasó de la quinta posición a la tercera entre los favoritos de las casas de apuestas en cuestión de minutos. Clavaron la posición, según los votos de los jurados de los teóricos expertos y en la clasificación final. El 'chanelazo' pareció posible, algo emocionante sobre todo para una generación que nunca había visto luchar a España por los primeros puestos.

Chanel se llegó a poner líder en los primeros compases de las votaciones, mientras se desinflaban un poco las teóricas opciones de Ucrania, que sin embargo seguía haciendo la goma con los escapados y se reservaba el comodín del voto del público . Con el lógico cariño de Europa y cinco millones de refugiados repartidos por otros países, todo estaba por decidir. Reino Unido y Suecia eran los principales rivales. Alemania , esto no es fútbol, terminó colista.

Programa mediocre

Como espectáculo televisivo, Eurovisión sigue siendo un programa larguísimo, mal realizado y con una estructura capaz de hacer removerse en su tumba a Chicho Ibáñez Serrador . La emisión siempre estuvo partida en dos, con la segunda mitad como acto decisivo, pero ahora el intermedio es insufrible. Era mejor cuando había anuncios en TVE. Lo peor es que la verdadera emoción se ha diluido, confundida con la incertidumbre de no saber quién puede ganar hasta el último minuto. La rentabilidad del televoto , dos euros desde un fijo, pesa más que cualquier otra consideración.

En el apartado lúdico-musical, sentó bien la autenticidad de Portugal, al público casero le hizo gracia el trenecito moldavo, Italia siempre compite, aunque no impresionó, gustó la balada sueca e incluso el fantasma de la ópera australiano sedujo a un buen número de espectadores. El domador británico era el que más pinta de ganador tenía, aunque se le hubiera escapado el león de la jaula.

Zelenski en juego

No apareció Zelenski en pantalla para cantar los votos de Ucrania, pero sí se anticipó a la ceremonia con un vídeo en el que pedía el voto para sus representantes. Seguramente no fue casualidad que lo hiciera a través de Telegram, plataforma desarrollada por dos hermanos exiliados y opositores rusos.

Por parte de España, la mejor noticia es que se rompió una rutina tediosa. La tercera plaza es la mejor desde que cuenta la opinión del público europeo. Nuestros representantes llevaban demasiados años bordeando el ridículo en Eurovisión, hasta que RTVE se sacó de la manga un Benidorm Fest cargado de defectos pero con una idea de fondo imbatible. De entrada, era la prueba de que la cadena pública se tomaba en serio un concurso musical con el que tampoco conviene dramatizar demasiado, aunque uno de los países participantes está en guerra y otro ha sido expulsado del certamen por invasor. En Turín no llegó la sangre al río.

La representante española, Chanel Terrero , se dejó la piel y desplegó su indiscutible energía en Turín. Actuó justo después de los italianos , favoritos sin confirmar a la hora de la verdad, que le dejaron el ambiente caldeadito, donde mejor se mueve la hispanocubana. Con su vestido de torera de Palomo Spain y consciente de que no le valdría con seducir solo a los papaítos, la cantante salió dispuesta a deslumbrar a todos. Hay un sector, no solo del feminismo , que no le perdona su identificación confesa con la letra, como mínimo de calidad discutible.

Antes muerta que sencilla

Chanel ya había demostrado su entusiasmo olímpico, de camino al Pala Alpitour, cantando en el autobús 'Antes muerta que sencilla' , declaración de intenciones y una suerte de conjuro para la victoria. En 2004, la canción le dio a María Isabel el primer puesto en Eurovisión Júnior. Con miles de luces no solo en el traje, Chanel creyó siempre en el 'chanelazo', ajena a las críticas y entregada a sus fieles. Todos darán por bueno este tercer puesto que debería ser normal, pero que tiene tintes históricos. Falta por demostrar si es posible que algún año llevemos al festival a alguien del gusto de todos. Antes se ganan los marcianos el derecho a participar.

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