Can Yaman, el gran galán de la telenovela turca: «Las españolas son muy pasionales»
El actor ha visitado nuestro país para participar en un capítulo de «Volverte a ver»
Can Yaman , el gran galán de la telenovela turca, ha desatado en su visita a España una locura fan que recuerda a la del mismísimo Sandokán. O, más reciente, al tirón de El Duque (Miguel Ángel Silvestre) tras «Sin tetas no hay paraíso». Decenas de personas, sobre todo mujeres, se agolpaban en las puertas del aeropuerto para recibirle a su llegada. Esa misma masa fan le ha seguido desde el domingo hasta la su céntrico hotel en Plaza España e incluso a la madrileña sede de Mediaset España, donde acudió ayer para grabar un episodio de «Volverte a ver» y donde ha regresado este martes para protagonizar un encuentro con la prensa. Tras dar un curso acelerado a su auditorio sobre cómo pronunciar su nombre (algo así como Yan), ha reconocido que aún está tratando de digerir toda la fama. «No todos los actores turcos viven esto. A la gente le parece imposible que en Europa nuestras series despierten tanta atención », admite.
El actor, que trabajaba como abogado, se convirtió en un ídolo de masas a raíz de su interpretación en la serie «Erkenci Kus (Pájaro soñador)» , emitida en Divinity, donde actualmente protagoniza también la comedia romántica «Dolunay (Luna llena)». La centralita de Mediaset, recuerdan desde Telecinco, hacía mucho que no se colapsaba de esta manera. «Hay series turcas de muchos temas y géneros, yo no es que haya elegido reflejar la sociedad. Todo actor tiene una planificación, y yo he optado por ser el tío guapo de la familia, que es la consecuencia que trae mi tipo y mi carácter. Hay mucho interés en la comedia romántica», defiende el intérprete, que, para disgusto de muchas de sus fans, tendrá que cortarse pronto la coleta para hacer la mili. « Me han propuesto donarla a una causa benéfica », dice. De hecho, tendrá que raparse y quitarse la barba.
Aunque le han dicho que Madrid es una ciudad «muy dinámica y muy viva», apenas ha podido salir ni degustar la gastronomía local. «Me da tristeza no poder disfrutar de ella como hubiera querido», añade, mientra lamenta no haber podido corresponder al cariño de tosos los fans. «Yo hubiera pude por seguridad. Hay que corresponder ese amor, estoy orgulloso de estar cerca de mis fans. No quiero ser de esos actores que no salen a ver a su público. Hay que acabar con ese tabú y ver a los fans desde su lado humano, aunque esto tiene efectos secundarios: no puedes comer, ni tomar algo. Pero hay que tener un carácter fuerte y corresponder al interés de la gente con calma».
Tampoco ha podido conocer demasiado a las mujeres españolas, aunque reconoció que le parecen «muy pasionales y calientes», desatando las risas del auditorio. Entonces llegaron las risa del auditorio y el traductor decidió autocorregirse: « Quería decir cálidas o calurosas ». «Me hubiera gustado conocerlas más. Si tienes una amiga me la puedes presentar», bromeó, según el traductor.
Antes de acabar el encuentro, incluso se animó a dsecribir a su mujer ideal: « Graciosa, sincera y que no se estrese ». Todo un peligro teniendo en cuenta la de candidatas que le han salido en apenas tres días en España.
Nuevos proyectos
Tras el final de «Dolunay», que se estrenará antes en Mitele Plus, Can Yaman volverá a Divinity con «We all fall in love» e «Inadina Ask». El apasionado romance de dos jóvenes, pese al odio que se profesan sus respectivas familias, es el eje argumental de «We all fall in love (Hangimiz Sevmedik)». Can Yaman interpreta a Tarik, el protagonista masculino, y Selen Soyder a la joven Itir. Ambos forman una pareja profundamente enamorada que decide casarse en secreto porque sus respectivos progenitores se odian desde hace 36 años, cuando su amor se truncó y tomaron caminos distintos, un hecho que ignoran sus hijos. Tras sellar su relación, los dos jóvenes buscarán la manera de contar la verdad sobre su relación a sus padres y estrechar el vínculo entre ambas familias.
Por su parte, «Inadina Ask» es una comedia romántica que arranca cuando Defne Barutçu, una joven informática, comienza a trabajar en Aras Technology, compañía dirigida por el apuesto y mujeriego Yalin Aras. En su primer día de trabajo, la joven llega tarde y protagoniza un desafortunado desencuentro con Yalin, ignorando que él es su futuro jefe. Completamente opuestos entre sí, ambos mantendrán diversos conflictos hasta que paulatina e irremediablemente se abran al amor.
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