Kerry Bishé: «Es importante que se vean mujeres fuertes en las series»

Mutiny, la ficticia empresa informática que crece en cada temporada de «Halt and Catch Fire» (viernes a las 22.10 en AMC, disponible en las principales plataformas de pago), se muda en este tercer curso a Silicon Valley. Kerry Bishé (Nueva Zelanda, 1984), que interpreta a Donna, su dueña y la mujer de uno de los ingenieros más creativos de la firma, Gordon Clark (Scott McNairy, con quien ya formó pareja en la ficción en la película «Argo»), descubre las claves de los nuevos capítulos de esta ficción ambientada en la revolución tecnológica de los ochenta. «No quiero hacer mucho spoiler, pero la ambición de Donna sigue avanzando. En esta temporada se encuentra a sí misma y necesita alguien que le sirva de ejemplo para descubrir hasta dónde puede llegar», reconoce.

—Donna es una mujer poderosa y ambiciosa, ¿Son las féminas de esta serie una poderosa excepción en la ficción?

—Es raro ver dos personajes femeninos como Donna y Cameron tan esenciales. Creo que es importante mostrar a las mujeres como parte de su propia narrativa, y no de la masculina. Es muy alentador e innovador ver las relaciones tan complicadas que se establecen entre estas dos mujeres tan fuertes. Y es muy importante también que sean varias, porque normalmente hay una, pero en «Halt and catch fire» puedes ver que no solo hay un tipo de mujer, sino que hay varias formas de demostrar esa fortaleza, y eso es muy bonito.

—La ficción tampoco escapa a los problemas de conciliación.

—Donna tiene muchos compromisos, e intenta encontrar el equilibrio entre ser una buena madre y esposa, ser una creativa ambiciosa, una buena persona... Y todas estas cosas que están en conflicto. Pero es interesante ver cómo los personajes luchan con esos valores y prioridades, y ver cómo aprenden a comprometerse aunque cometan errores. «Halt and catch fire» se mueve en un mundo ambicioso y cambiante, su meta se muta constantemente y aunque logran cosas parece que nunca es suficiente. Quizás el problema sea la estrecha relación entre su vida personal y profesional.

—El piloto y algunos capítulos fueron dirigidos por Juan José Campanella, ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con él?

—Fantástica. Es uno de los cineastas más divertidos y felices con los que he trabajado. Es muy apasionado y creativo, casi como un rayo de sol, algo que se agradece en una serie tan oscura.

—La ficción comparte productores con la aclamada «Breaking Bad», y algunos la han comparado con ella.

—Aunque es difícil escapar a las comparaciones, esta serie tiene su propia entidad. Una de las cosas que la diferencia es que cada temporada parece distinta, y eso es por su contenido y la rapidez con la que cambia el mundo tecnológico. Cada curso crean una innovación que acaba con todo lo anterior y supone volver a empezar, y eso es lo que hace también la serie. Hay mucha relación entre la tecnología y el proceso de hacer una serie.

—¿Ha aprendido mucho sobre tecnología?

—Al principio no sabía nada de ordenadores e intenté ponerme al día. Leí la biografía de Steve Jobs y pedí a mi hermano, que es doctor en bioquímica, libros sobre ingeniería. No entendía nada, y luego me di cuenta de que mi trabajo no es entender a los ordenadores, sino a la gente que los crea. Esto es muy importante porque manejamos unos estereotipos sobre los ingenieros que no son reales. Realmente son gente muy creativa, con mucha seguridad y control. Entienden cosas esenciales sobre cómo funciona el mundo y tienen una gran implicación con mejorarlo.

—Aunque está ambientada en los ochenta, «Halt and catch fire» habla de problemas actuales como la privacidad en internet, las redes sociales...

—Es cierto, muchas de las dudas que plantea son muy actuales. La privacidad, las redes sociales... La tecnología es una metáfora, en ese caso, de la interacción humana. Los dispositivos o redes tienen la personalidad de la gente que los crea. Si ellos son valiosos, la tecnología lo será.

—¿Es Donna el personaje más importante de su carrera?

—Al menos es el más largo que he tenido, nunca había conocido a otro tan bien. Es una oportunidad poder interpretar a un personaje tan complicado, que comete tantos errores.

«Muchas gracias, qué pases un buen fin de semana», se despide Bishé, en perfecto español. No es de extrañar. Su próximo reto es salir airosa de la tercera temporada de «Narcos».