Borja Cobeaga y Juan Diego Botto aprenden a conducir a los 40
Termina el rodaje para TNT de 'No me gusta conducir', comedia inspirada en sus propias experiencias
Juan Diego Botto se sacó el carné de conducir a los 40 años, como su último personaje, un profesor universitario despistado y gruñón. En la ficción, el actor se había pasado media carrera al volante, sobre todo en 'Historias del Kronen' , por lo que pensaba que sería fácil exportar esas habilidades a la vida real. «La primera vez que cogí un coche en la autoescuela estaba acostumbrado a que me cortaran las calles, no me esperaba que me vinieran coches por todas partes», confiesa el intérprete, protagonista de la última serie de Borja Cobeaga , quien se basó en sus propias experiencias a la hora de escribir los guiones de 'No me gusta conducir' y, sin saberlo, en las del actor principal.
El director y guionista, conocido por comedias como 'Pagafantas' y 'Ocho apellidos vascos' , confiesa que sufrió bastante cuando se sacó el carné, porque se le daba «bastante mal al principio». «Fui mejorando, lógicamente, pero tenía mucho que ver con la edad. Temes que tu carácter se vaya agriando, porque es imposible que vaya a mejor». Solo tenía un consuelo: como guionista, mitigaba algo el dolor saber que todo acabaría en una página primero y después en la pantalla: «La verdad es que sí. Te dices: de algo me servirá vivir esta experiencia terrible. No lo había pensado así, pero es cierto que es un gran consuelo saber que al final todo se aprovecha».
Cobeaga desvela también una teoría curiosa, que se extendió en su círculo de amigos en cierto momento: «Cuando hacíamos cortos, Nacho Vigalondo decía que para ser director de cine no te podías sacar el carné. Luego, empezamos a conocer directores y directoras que sí lo tenían y eran muy buenos y la teoría se desmontó».
Estrellarse contra la cámara
Estamos en el rodaje en una calle de Madrid de una escena de la serie y justo antes de rodar una de sus escenas al volante, Juan Diego Botto cuenta que los actores tampoco suelen ser buenos conductores. «Yo he estado con un compañero rodando y él conducía, también sin carné, y se estrelló contra la cámara. Por algún motivo, es muy habitual que haya muchos compañeros sin carné. No sé por qué». Él mismo ha sufrido algún accidente: «Una vez, en Santiago Compostela, estábamos rodando en una carretera, tenía que subir por una montaña de tierra y el director no paraba de decir: un poco más rápido, más rápido. En un momento dado, frené, resbalé y caímos montaña abajo . No pasó nada, pero por poco».
'No me gusta conducir' acaba de terminar su rodaje en diversas localizaciones de Madrid, Cuenca y Toledo. La nueva serie original del canal TNT es una comedia de seis capítulos producida por Sayaka Producciones para Warner Bros. Discovery. Su estreno está previsto para finales de 2022. Completan el reparto Lucía Caraballo , David Lorente (un profesor de autoescuela que dejará huella), Leonor Watling , Marta Larralde , Carlos Areces y Eugenia Cuaresma , entre otros, además de la colaboración especial de Javier Cámara .
Estamos ante una comedia ligera, sin mayores moralejas, aunque una de las enseñanzas podría ser que la madurez no es buena en todo, al menos no para aprender a conducir: «No, porque te hace tener más miedo. Eres más prudente y vas más acogotado», explica Cobeaga. «A mí me costó mucho entender una cosa, que la velocidad no siempre es mala . A veces, ir despacio es peor todavía, te hace ser más peligroso. De mayor, eres más consciente de los peligros, y la inconsciencia juvenil, al menos para aprobar el carné, es la mejor».
Veinte años sí es algo
La identificación de Botto es total con su personaje: «Hay muchas cosas que suceden en la historia que yo viví personalmente. Esta sensación de ser como 20 años mayor que todos los que te rodean y pensar: eres un tipo que ha vivido, inteligente, esto no va a ser un problema para mí. Y de repente, te preguntas: pero por qué son todos más rápidos, más ágiles, más... Y no entiendo esta pregunta del test. Tiene cinco respuestas, todas válidas. Esto está mal. Eso lo he vivido, pero como siempre, lo que se escribe es mucho mejor que lo que uno ha vivido. Está todo mejor sintetizado. Y creo que Borja y todos los guionistas han sabido crear una historia muy lúcida y divertida ».
En la vida real le ha ido mejor dentro de los coches, aunque confiesa que en sus inicios como conductor no se enteró de nada. «Miro atrás y es milagroso que no tuviera un accidente ese primer año. Poco a poco vas controlando más, te vas familiarizando con el entorno y adquieres más experiencia y seguridad. Como actor ocurre lo mismo. A poco que tengas un poco de voluntad de aprender y, como en todo, el valor de equivocarte muchas veces, eso es lo que más te va a enseñar. El error es la única forma de aprender. Si te sigues equivocando, seguramente seguirás aprendiendo. Al volante, un solo error puede ser dramático, pero en la interpretación hay que probar, arriesgar y equivocarte . Si aciertas siempre te entran los miedos».
Aquí, Juan Diego Botto se enfrenta además al terreno semidesconocido de la comedia: «He hecho muy poca. Quitando a Oristrell y Víctor García León , pocos directores me han visto haciendo comedia. Me llamó la atención cuando me llamó Borja, me hizo mucha ilusión. Primero, porque es uno de los mejores guionistas y directores de comedia que tenemos y porque es una cosa que me gusta mucho hacer, aunque el trabajo en esencia es el mismo, tratar de darle verdad a una cosa que está sobre el papel. Los gags dependen más del 'timing', el ritmo y la puesta en escena que de tener que hacer payasadas».
Mejor que el Oscar
No hay un mercado negro para eso, pero ¿por cuántos Goyas cambiaría el premio Nacional de Teatro ? « No lo cambiaría por nada , ni por un Oscar. Primero, porque me hace mucha ilusión y luego porque yo creo que es lo mejor que he hecho en mi vida profesionalmente. Esa obra de teatro como autor sin duda es lo mejor que he hecho, y como actor también, porque estoy contando una historia que me emociona y me conmueve, que me parece pertinente. Sin tener pretensiones de nada, aporta algo al debate, tiene que ver con lo que me pasa».
Sobre el hecho de aportar, se podría pensar que las comedias son más insustanciales: «Como espectador, yo lo veo todo y no prejuzgo. No me considero un intelectual en ese sentido. El arte, para empezar, debe entretener . Si no lo consigue, algo está haciendo mal. Con lo cual, las comedias son imprescindibles en esta vida. Y creo que no es tan insustancial. La historia tiene muchas lecturas. Una, más epidérmica y evidente, es la más divertida, pero también ofrece el viaje de un tipo que tiene que aceptar sus límites, sus imperfecciones y su edad. Es algo que a mucha gente le va a interesar».
Borja Cobeaga también habla del carácter ligero de 'No me gusta conducir', en contraste con otras comedias en las que se metía en charcos más hondos, como 'Fe de etarras' . «Nunca me he considerado un provocador ni un polemista. Simplemente, he contado cosas que me venían de cerca. Si tú eres, por ejemplo, un joven que crece en Euskadi en los 90, hay historias que te apetece contar. Es una época en la que ETA estaba en activo, había asesinatos y atentados, y toda la política que le rodeaba, pero yo no noto una aproximación diferente, aunque es verdad que la historia te marca un poco el tono. Aquí es un hombre de 40 años en un contexto que contrasta con él, pero no lo afronto de manera diferente a 'Fe de etarras'».
Sinopsis
'No me gusta conducir' cuenta la historia de Pablo, un profesor de universidad sabelotodo que descubre en la autoescuela que todavía tiene mucho que aprender. Nada más iniciar las clases, coincide con Yolanda (Lucía Caraballo), alumna suya en la universidad, con la que Pablo establece una curiosa relación: profesor y estudiante en la facultad, compañeros de pupitre en la autoescuela. David Lorente es Lorenzo, un implicado y bromista profesor de autoescuela que lo guía al volante de esta ardua aventura. Leonor Watling interpreta a la expareja y confidente de Pablo, y Carlos Areces encarna al hermano de Lorenzo, también profesor de autoescuela, con el que mantiene una difícil relación.
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