La ventana indiscreta

Mafiosos de medio pelo

La serie ‘Tulsa King’ perpetúa los tópicos de ‘El padrino’ y blanquea la Cosa Nostra que tanto se esforzaron por bajar a la tierra Scorsese y ‘Los Soprano’

Es país para viejos

Sylvester Stallone como capo de la Cosa Nostra en ‘Tulsa King’ SkyShowtime
Lucía Cabanelas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

No comen espaguettis con albóndigas ni cocina la madre de Martin Scorsese, pero el oro les encorva el cuello y hace que las manos caigan, todavía más, por su propio peso. La lealtad es su principio básico, la gasolina que les pone en marcha, y aunque levanten o desahucien negocios, siempre se organizan por familias. Por mucho que la ficción quiera huir de los tópicos sobre la Mafia, es inevitable que termine contaminada con algunos de sus más habituales estereotipos. Poco importa que, como tantas cosas, casi todo sea mentira.

A pesar de la anchura de hombros que pasea en la serie ‘Tulsa King’, la percha de Sylvester Stallone dista mucho de la de Marlon Brando; uno es Don y otro capo, uno opera en Nueva York y el otro en la ciudad de Oklahoma, pero ambos están tocados por la misma varita, esa que blanquea y romantiza a la organización criminal. La sombra de ‘El padrino’ es alargada y convierte a todos sus esbirros en una especie de Robin Hood italoamericano, solo que en vez de dinero y comida reparte favores o venganzas.

No le han hecho falta algodones ni voz rota a Stallone para resucitar en la comedia de SkyShowtime . El actor se reivindica en la serie de Taylor Sheridan (responsable también del universo ‘Yellowstone’) más allá de su reputación de mole de tez morena. No lleva los guantes de Rocky sino pistolas, y en lugar de ganchos sobre el cuadrilátero han sido el bisturí y las operaciones las que le han curtido, además de la edad, la cara de hierro. Y aun así, el actor despliega un registro inédito en su carrera, capaz de resultar carismático y entrañable, letal y divertido. Levanta la ceja como Ancelotti y hay algo en su mirada deformada que intimida, pero también seduce. Al público y al reparto. Será por esa perilla que rinde homenaje a la de Logan Roy. Quién iba a decir que Sylvester Stallone terminaría siendo galán hortera cuando jubilara la franela de los calzones de boxeo o el camuflaje de Rambo.

La gracia de esta comedia está en despojar al mafioso de Stallone de todo lo conocido, de sacarlo de su zona de confort para sacudirse los estereotipos. Su personaje sale de la cárcel, que le ha obligado a renunciar a su familia de sangre por fidelidad a la organización de la Cosa Nostra a la que pertenece, y en lugar de una cálida acogida del clan recibe en Tulsa un exilio forzoso. Desorientado por los nuevos tiempos y lejos de todo lo conocido, no le queda otra que adaptarse al entorno; se convierte en un gánster cowboy, corrompe a un joven taxista y extorsiona a varios negocios locales.

Lo que tiene la serie de original, sin embargo, lo pierde repatriando, en lugar de al personaje, a los mitos que frecuenta la Mafia, esos que propaga ‘El padrino’ sobre la idea de la Honorable Sociedad que roba, mata y secuestra pero bajo un estricto código moral donde el débil queda a salvo y lo más importante es la familia. Como ya hizo ‘The Offer’ (también disponible en SkyShowtime) , que reproduce las negociaciones de la Mafia con el productor Al S. Ruddy para rodar ‘El padrino’, ‘Tulsa King’ endulza la visión de un mundo que es violento y explosivo por naturaleza; revirtiendo, en fin, todo lo que ‘Los Soprano’ y Scorsese se han esforzado durante décadas por bajar a la tierra, mostrando de forma cruda, sin ambages, a base de pimienta, sangre y sí, también espaguettis con albóndigas.

Noticias relacionadas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación