Mi nombre es Bach

En 1747, Johann Sebastian Bach viaja a Postdam para el bautizo de su primer nieto. El joven rey Federico II de Prusia aprovecha la ocasión para invitar a Bach a pasar una semana en su castillo. La misma noche de su llegada lo reta improvisar una fuga para seis voces basada en una complicada melodía compuesta por él. El anciano Bach, casi ciego y al final de sus días, exhausto por el viaje y ofendido por la arrogancia del joven rey, es reacio a entrar en el juego.

El debut en largometrajes de Dominique de Rivaz fue este drama que narra la extraña relación que se establece entre el rey de Prusia y el maestro de Leipzig, a raíz de un encargo del monarca al compositor. La cinta fue la seleccionada por Suiza para los Oscar, aunque al final no estuvo entre las cinco candidatas a la estatuilla. A pesar de eso, fue galardonada por la academia suiza de cine en los apartados de mejor película y mejor actor secundario (Gilles Tscudi).