Atrapados en el patíbulo

Laurence Dvorak, el asesino más prolífico y cruel de la historia de Norteamérica, va a ser ejecutado. Cometió crímenes estremecedores y torturas a sangre fría a 27 mujeres y niños. Pero ahora le ha llegado el turno de explicar su verdad. Alana Powers, una ambiciosa periodista cuyos inicios profesionales se basaban en la honestidad y el idealismo y que ahora es capaz de todo por subir sus índices de audiencia, ha conseguido entrevistar al convicto, cuatro horas antes de su ejecución en la silla eléctrica. Pero cuando inician la entrevista, cinco compañeros del preso secuestran a todos los que se encuentran en la sala. Laurence ha urdido un plan para que los telespectadores puedan ver una ejecución en vivo y en directo ante las cámaras.

Un thriller rodado para la TV que distrae, pero quizás desaprovecha la oportunidad de realizar una crítica social seria y profunda de temas como la pena de muerte o el papel de los medios de comunicación de masas. Dirigió el habitualmente guionista Patrick Sheane Duncan ("El señor Holland") y protagonizaron dos sólidos veteranos como Joanna Cassidy ("Blade Runner") y Bruce Davison ("X Men"), en los roles de periodista y asesino, respectivamente.