Will Smith llora en 'The Daily Show' mientras recuerda su bofetada a Chris Rock en los Oscar: «Se me fue la olla»

El actor no justifica sus actos, pero asegura que «nunca sabes por lo que alguien está pasando»

Will Smith destroza la gala con un guantazo a Chris Rock

Will Smith, durante su entrevista con Trevor Noah Comedy Central

ABC Play

Will Smith ha confesado en el programa 'The Daily Show' por qué abofeteó al comediante Chris Rock en la gala de los Oscar, una acción que le costó una larga temporada en el 'banquillo'. El actor ya había pedido perdón a su colega y había ingresado en una clínica para recuperar la calma, pero aprovechó su visita a la tele para explicarse un poco mejor, además de para promocionar la película 'Emancipation'. «Simplemente me perdí», admitió en su entrevista Trevor Noah , presentador del espacio de Comedy Central.

«Se me fue la olla», reconoció Smith. «Surgió una rabia que llevaba mucho tiempo embotellada». Sin profundizar en los motivos de esa ira acumulada, el protagonista de 'Soy leyenda' explicó que estaba «pasando por algo», aunque añadió que nada de eso justificaba su comportamiento. « Fue una noche horrible , como puedes imaginar. Hay muchos matices y complejidades, pero al final del día, yo solo... perdí la calma. Supongo que diría que nunca sabes por lo que alguien está pasando», se justificó.

Smith no llegó a precisar el origen de sus problemas, pero dijo que fueron un cúmulo de circunstancias: «Fueron muchas cosas. Fue el niño pequeño que vio a su padre golpear a su madre. Todo eso surgió en ese momento», dijo. «Eso no es lo que quiero ser».

Noah, como es habitual en el programa, no se limitó a hacer las preguntas y aportó su propio punto de vista. Incluso defendió a Smith , a quien conoce desde hace muchos años. «Yo también creo que eso no es lo que eres», le dijo dijo. «Creo que todo el mundo puede cometer un error». En esos momentos, Will Smith rompió a llorar, emocionado y agradecido.

Will Smith también habló del tiempo que ha pasado alejado de los focos e incluso hizo un amago de broma: «He estado fuera, ¿qué habéis estado haciendo?». También lloró mientras recordaba una anécdota con su sobrino de la noche de los Oscar. Cuando volvió a casa, vio al chico, de nueve años. «Es el niño más dulce. Se había quedado hasta tarde para ver a su tío Will y estábamos en la cocina. Se sentó en mi regazo, con el Oscar, y decía: '¿Por qué golpeaste a ese hombre, tío Will?'».

Perdonarse a sí mismo

Smith, castigado por la Academia durante diez años sin poder asistir a los Oscar, añadió que ahora está aprendiendo a perdonarse a sí mismo: «Fue una de las cosas más importantes para mí en los últimos meses: tuve que perdonarme a mí mismo como ser humano», afirmó.

¿Qué aprendió esa noche?, le preguntaron. «Que tenemos que ser amables los unos con los otros. Supongo que lo más doloroso para mí es que utilicé mi dureza contra otras personas. Entendí eso que se dice de que la gente herida hace daño a la gente».

Muchos recordarán lo que ocurrió en la última gala de los Oscar. Chris Rock era el presentador de los premios a los mejores actores y a la mejor película. Como siempre, hizo gala de un humor bastante ácido y bromeó a costa de las estrellas. Una de sus víctimas fue Jada Pinkett Smith , la mujer de Will Smith, que llevaba el pelo rapado. Rock le preguntó si iba a protagonizar una secuela de 'La teniente O'Neil'.

Javier Ansorena, corresponsal de ABC, narró así lo que pasó entonces: Su marido se levantó de la butaca, se acercó a Rock y le propinó una bofetada con la mano abierta . El presentador, atónito, no llegó a moverse cuando recibió el impacto. Solo acertó a decir, con una sonrisa incrédula: «Oh, vaya, Will Smith me acaba de sacudir». El actor volvió a su asiento y le gritó a Rock: «¡No pongas el nombre de mi mujer en tu puta boca!». En las televisiones estadounidenses, los realizadores consiguieron silenciar ese momento, pero sí se escuchó en otras emisiones extranjeras. «¿Es quizá la mejor noche de la historia de la televisión?», acabó por decir Rock, con la cara todavía caliente.

El teatro Dolby –y el mundo entero delante de la pequeña pantalla– enmudeció. Había algunas risas y sonrisas incómodas. Nadie sabía a ciencia cierta si el asunto pertenecía al 'show' o si fue una agresión verdadera.

Era una agresión.

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