Con amor, Antosha

El trágico accidente que mató a Anton Yelchin, la promesa de Hollywood atropellada por su propio coche

Enamoró a Kristen Stewart, ayudó a Jennifer Lawrence a convertirse en una buena actriz e hizo llorar a Nicolas Cage. Su muerte, absurda, privó a Hollywood de otra talentosa estrella, que se sumó a la maldición de los 27

El documental «Con amor, Antosha», que este domingo emite TCM, es un homenaje póstumo al actor, que murió en 2016

Anton Yelchin en «Star Trek»
Lucía M. Cabanelas

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Soñaba con ser el nuevo Scorsese, aunque no tuvo tiempo más que para imaginarlo. Al contrario que los personajes del director de «Malas calles», Anton Yelchin no encontró la redención al final de la película, pero sí un desenlace trágico. Un absurdo accidente acabó con la vida del talentoso joven, prometedora estrella de un Hollywood más atípico del que lucen los nuevos galanes. Tenía 27 años y había participado en 69 películas; hasta que, tras una fatal casualidad, su propio coche, un Jeep todoterreno , rodó cuesta abajo y lo empujó contra la valla de su casa, donde murió asfixiado .

«Vivió la vida al máximo, aprovechó cada segundo», reconoce Garret Price, el director de «Con amor, Antosha» , un homenaje póstumo al actor, «a su filosofía de vida, de probar cosas nuevas y arriesgarse». El documental, que se estrena este domingo en el canal TCM, resucita a Anton Yelchin a través de sus padres y amigos, de sus vídeos caseros y hasta las entradas en sus diarios. «Todo el material con el que contamos nos permite entrar en su mente, escuchar incluso su voz, entender su historia y contarla desde su punto de vista», asegura en una entrevista con ABC Price, que debuta en la dirección con este emotivo tributo a un actor que siempre tuvo claro lo que quería, incluso cuando le diagnosticaron fibrosis quística, una enfermedad cuya esperanza de vida ronda los 40 años, y «por dentro se sentía como Travis Bickle, una persona perdida en el mundo» .

Apenas levantaba un palmo del suelo, pero ya había encontrado su inspiración en la vida. Su juego favorito era improvisar ante una cámara . Quería ser actor, «hacer películas». Tenía ocho años cuando empezó las clases de interpretación, pero ya se había visto (y aprendido) la filmografía de todos los grandes de la industria. Introdujo a sus amigos del colegio en el cine de Fellini, y grabó su primera borrachera para preparar un papel. A los once, rodó su primer largometraje, «A Man Is Mostly Water», y un año después compartió cartel en «Corazones en Atlántida» con Anthony Hopkins, a quien le «recordó a Tom Sawyer».

Con Felicity Jones en «Como locos»

Anton Yelchin vivió cada momento intensamente, fugaz estrella de una galaxia que sobrevoló en una nave de «Star Trek» , el papel más popular de una carrera donde sin embargo abundan los títulos independientes como «Green Room». « Lo más difícil es conseguir hacer aquellas películas que te gustaría , sin comprometer la concepción de tu trabajo. Como actor soy una mezcla de conocimiento filosófico y emocional», se le escucha decir en el documental.

Cuando su voz no llega, es Nicolas Cage quien habla . Es el actor, uno de los favoritos de Yelchin, quien pronuncia las palabras de sus diarios. « Cuando leyó los primeros fragmentos, lloró . Necesitaba alguien que tuviera una conexión emocional con él, y me sorprendí cuando su madre me lo propuso. Pero, en realidad, eran actores muy parecidos, muy interesantes. Y también amigos, ya que pasaron seis meses juntos trabajando en una película en Europa», explica Price.

Yelchin y Stewart

Nombres como Chris Pine , compañero de aventuras en la saga interestelar, o Martin Landau desfilan por «Con amor, Antosha», un documental que ha tenido un efecto terapéutico en muchos de sus amigos, «que no habían hablado del tema hasta ahora ». También Jennifer Lawrence, a quien Yelchin confesó su amor platónico por Cindy Crawford, o Kristen Stewart, que se enamoró de él durante el rodaje de «Gente poco corriente» , a los catorce años. «Me rompió el corazón» , confiesa a cámara la actriz, que recuerda cómo cuando le dejaron a él, la llamó para pedirle perdón, ya que por fin entendía por lo que había pasado. «¿Quién hace eso?», se pregunta Stewart. Otros compañeros, como Felicity Jones, con quien estableció una relación muy especial en «Como locos», rechazaron participar. «Eran muy amigos, nos dijo que le resultaba muy difícil hablar de todo lo que sucedió y de Anton, que todavía le dolía mucho».

Aunque murió de forma prematura y trágica, «Con amor, Antosha»

trata sobre la vida, sobre vivirla con las mismas ganas e intensidad que el actor. «Si siguiera vivo lo más probable es que estuviera dirigiendo ya su quinta película. Era la dirección a la que iba, su objetivo. Cuando uno analiza las pasiones que tenía, la actuación, la música, la fotografía, todas son como las distintas piezas que uno necesita para hacer una película», reflexiona Garret Price, para quien Anton hubiera sido «un cineasta apasionado, abstracto, con referencias constantes al cine clásico». Y en ello estaba en 2016, a punto de empezar a rodar «Travis», su primera película . «No creo que nunca vea la luz, solo sería posible si él viviera. Del guión, tan solo hay 75 páginas, el resto estaba en su cabeza».

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