Oliver Rihs, director de 'Pájaros enjaulados': «Suiza es mucho más que Heidi, montañas y miel»

La nueva película del cineasta suizo cuenta la increíble historia real de Walter Stürm, un hombre que logró fugarse de la cárcel hasta en ocho ocasiones

Javier Navío

Su increíble capacidad para escapar de la cárcel (lo hizo hasta en ocho ocasiones entre 1974 y 1995) convirtió a Walter Stürm en un icono de la contracultura suiza durante una época convulsa para el país. 'Pájaros enjaulados (Hasta que estemos muertos o libres)' cuenta la historia del que fue denominado «rey de las fugas» y de la particular relación que mantuvo con Barbara Hug , la abogada idealista que se convirtió en su mejor aliada. Los protagonistas son Joel Basman (visto recientemente en 'The King's Man: La primera misión' ) y Marie Leuenberger ( 'El orden divino' ). Su director, Oliver Rihs (Zúrich, Suiza, 1971), visitó Madrid para presentar la película.

- ¿Cuándo decidiste que querías hacer una película sobre «el rey de las fugas»?

- Fue el productor el que me buscó. Es un proyecto que he estado preparando durante unos tres años. Walter Stürm en Suiza es un icono casi tan famoso como Guillermo Tell y la televisión suiza tuvo la sensación de que ya era hora de hacer algo sobre él. Ha habido algunos intentos antes pero no fue imposible conseguir la financiación porque el presupuesto, para los estándares suizos, es alto. Hasta ahora no se había podido reunir el dinero.

- ¿Cuáles fueron las mayores dificultades a las que tuvo que enfrentarse durante el rodaje?

- Lo que más costó fue encontrar los escenarios de los años 80 en Suiza, donde todo es tan impecable y tan nuevo. Encontrar lugares que nos permitieran recuperar ese ambiente es lo que resultó más difícil.

- Suiza se ve, a nivel internacional, como un país idílico en el que no hay ningún tipo de conflicto. En cambio, esta película nos lleva a una época en la que no era así...

- A mí personalmente me molesta mucho esa imagen paradisíaca que proyecta Suiza hacia el exterior, que se asocia a Heidi, montañas y miel. Es mucho más que eso y para mí era necesario mostrar otra cara de Suiza al extranjero.

- Esta es la historia de un antihéroe. ¿Por qué consideras que la figura del antihéroe resulta siempre tan atractiva para el público?

- En realidad, más que la historia del antihéroe, lo que me interesa es su relación con la abogada, una persona completamente opuesta a él filosóficamente, políticamente... en todos los sentidos. La historia de esta pareja tan inusual es lo que más me atraía.

- ¿Y qué es lo que une a estos dos personajes tan distintos?

- Por una parte, está la personalidad egocéntrica, casi narcisista, del delincuente que solamente piensa en sus propias necesidades. En contraposición, ella es todo lo contrario: dedica toda su vida a los demás, desatendiendo incluso su propia salud. Lo que tienen en común es que ambos están enjaulados. Ella está encarcelada en su cuerpo y con las limitaciones que supone su enfermedad y él está literalmente en una cárcel. Eso es lo que hace que su relación sea tan electrizante.

- Esta película es también una historia de amor. ¿Esa relación sentimental está basada en la realidad?

- Sobre este tema, tuvimos informaciones diferentes. Nos pusimos en contacto con viejos conocidos de Barbara Hug y algunos afirmaban que esa relación era algo más que una relación abogado/cliente pero otros lo desmienten. Pero a nosotros nos pareció más atractiva la versión del amor platónico que había surgido entre los dos.

- ¿Qué otros elementos de la película son ficción?

- Un 90% de lo que se describe en la película es verídico. Hay algunas otras cosas que son dudosas, como su relación con la RAF. Se sabe que en una de sus fugas fue ayudado por un grupo de activistas y existe la teoría de que podrían ser miembros de la RAF pero eso no está confirmado. El resto sí se corresponde con la realidad.

- ¿Cómo fue la búsqueda de los actores principales: Marie y Joel?

- Fue un largo camino de muchos castings a lo largo de dos años. Inicialmente mi intención era trabajar con actores que no fueran conocidos en Suiza pero al final acabé eligiendo a dos actores muy populares sencillamente porque eran muchísimo mejores. De hecho, Joel Berger ha obtenido ya varios premios por su papel.

- La película retrata las revueltas de esos jóvenes que en los años 80 luchaban por la libertad y por la cultura. ¿Considera que la juventud de hoy se ha vuelto mucho más conformista?

- Hasta hace nada habría dicho que sí. Pero justamente ahora, con el movimiento Fridays For Future, parece que está naciendo una nueva juventud que sí que entiende que saliendo a la calle consiguen mover algo. El letargo de los años 90 y los primeros años del siglo XX parece que va quedando atrás.

- Los años 80 en España se recuerdan con mucha nostalgia. ¿Cómo miran los suizos hacia los años 80?

- Los jóvenes de ahora prácticamente desconocen lo que pasó en los años 80. Había casi un estado de guerra en Zúrich. La ciudad era como un cuartel general de la droga y la represión por parte de la policía era la correspondiente. Mi película ha suscitado mucha sorpresa y mucha excitación entre los jóvenes porque han conocido ahora una historia que prácticamente se había olvidado.

- Eras muy joven en la época en la que se desarrolla esta historia. ¿Hasta qué punto te has basado en tus propios recuerdos?

- Tengo bastantes recuerdos porque mi madre era muy militante en su juventud y nos llevaba a mi hermano y a mí a las manifestaciones. Y más tarde, cuando era adolescente, yo también formé parte de esos jóvenes que idealizamos a Walter Stürm como un luchador de la libertad.

- Tu filmografía está llena de comedias gamberras e irreverentes pero esta película es algo muy distinto. ¿Va a marcar 'Pájaros enjaulados' un antes y un después en tu carrera?

- Creo que sí, que he llegado a un punto de inflexión. Aunque me encantan las comedias, considero que ya he hecho suficientes y, en realidad, me siento mucho más a gusto en el drama. La edad juega un papel importante en eso pero también la época en la que nos ha tocado vivir. Vivimos tantas crisis que es más difícil pensar en hacer una comedia.

- La película destaca mucho por su fotografía y por su diseño de producción. ¿Cuáles fueron tus referencias a la hora de crear el look de la película?

- Para hacer esta película, me he dedicado sobre todo a ver películas antiguas. Por ejemplo, de Kieslowski. Y, en general, cine independiente polaco. Nuestro objetivo era llevar al público hasta ese ambiente de los 80. Hemos trabajado mucho con teleobjetivos, para poder acercarnos mucho a los personajes y poder mostrarlos a todos como si estuvieran de alguna manera encerrados. Querías crear la impresión de que toda Suiza era una cárcel en ese momento.

- Hay una parte de la película que se rodó en España…

- Sí, en Almería. Walter se refugió varias veces en La Gomera, donde era acogido por un grupo 'hippie'. Pero, por motivos prácticos y también estéticos, preferimos rodar en Almería.

- 'Pájaros enjaulados' ha tenido un gran recorrido internacional, siendo proyectada y premiada en varios festivales. ¿Esperabas que la acogida fuera tan buena?

- Teníamos esa esperanza porque mi empeño al escribir el guion fue contar una historia que fuera interesante no solo en Suiza sino también más allá de nuestras fronteras.

- Se puede entender la película como un canto a la libertad. ¿Era ese el mensaje que querías transmitir?

- Mi intención no es tanto transmitir un mensaje al espectador sino más bien formular preguntas para que se las haga él a sí mismo: ¿Qué es la libertad?, ¿quién te la puede dar?, ¿la puedes conseguir por ti solo?... Esas son las inquietudes que me interesa desencadenar.

'Pájaros enjaulados' llega a los cines españoles el 14 de enero.

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