Estreno en cines
«Hasta que la boda nos separe»: lío con el príncipe prometido
Dani de la Orden dirige esta comedia romántica con la ganadora del Goya Belén Cuesta, como una organizadora de bodas cerrada al amor, y una pareja abierta sin querer, formada por Álex García y Silvia Alonso
Ficha completa
Hasta que la boda nos separe
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Con los clásicos del cineasta Richard Curtis , autor de «Cuatro bodas y un funeral», «Notting Hill» y «Love Actually», podrían aplicarse los «seis grados de separación» , o sea, cualquier persona (director, guionista, intérprete) u obra (película, serie) de la Tierra está conectada a sus títulos a través de un máximo de cinco intermediarios. Al cineasta Dani de la Orden (Barcelona, 1989), que estrena este viernes 14 de febrero la comedia romántica «Hasta que la boda nos separe» , le encantaría tomarse un café con el neozelandés, pero cada una de sus películas (ha dirigido seis desde que en 2013 estrenase «Barcelona, noche de verano») es un puente hacia el cine de Curtis. «En sus películas no hay malos. Todos son personas maravillosas que deseas encontrarte en la vida. Hacer comedia con gente buena es muy difícil porque normalmente alguien tiene que sufrir y haber conflicto», explica el también director de «Litus» y «El mejor verano de mi vida» .
En «Hasta que la boda nos separe», sus personajes no son tan buenos y sí hay mal rollo. Su protagonista ( Belén Cuesta ) es Marina, una organizadora de bodas que, sin embargo, está cerrada en banda al amor. Pero durante una de sus ceremonias conoce a Carlos (Álex García ), un arquitecto con el que acaba teniendo más que palabras esa noche para, al día siguiente, descubrir que es el recién prometido de una enemiga de la infancia, Alexia ( Silvia Alonso ). Cuesta ya había trabajado con García en «Litus» y con Alonso protagonizó un romance en la serie «Buscando el norte» ( homenaje inclusive a «Love Actually» ).
Los tres protagonistas emprenderán entonces un viaje a Tenerife para organizar su enlace y ahí empieza el enredo. «Me gusta mucho la comedia alocada y física, y jugar con cómo lo ruedas. Está guay que el humor vaya más allá del diálogo, pero a mí me pedía más de vodevil», comenta el barcelonés. Durante la búsqueda de localizaciones, el equipo encontró una casa con vistas al mar y acristalada que permitía al director introducir incluso más gags.
Para Cuesta, última ganadora del Goya a mejor actriz protagonista por «La trinchera infinita» , no es su primera comedia romántica (en «Ocho apellidos catalanes» repetía profesión) ni su primer triángulo amoroso («Kiki, el amor se hace»). «Al final se consigue que "Hasta que la boda nos separe" sea romántica porque juega a la contra; no hace una cosa edulcorada, ni cursi, ni facilona».
La sevillana cree que las comedias románticas de los años noventa ya no funcionan. «Desde Judd Apatow , el ideal "chico conoce chica que le hace cambiar y madurar" está caduco. Ya estamos en el punto en el que se intercambian los roles de género», amplía de la Orden, al que le fascinó «Casi imposible» (2019) precisamente por ello.
Este nuevo largometraje «no va de que el amor es lo mejor», aclara su director. Junto a los guionistas Olatz Arroyo , Eric Navarro y Marta Sánchez , quería abordar cómo el pavor al compromiso y la estabilidad significa «tener miedo a que te hagan daño y a ser un cobarde». «Con el amor puedes hacerte daño o a otros, pero, como pasa en la peli, es algo inevitable y va más allá de tu voluntad», cuenta su protagonista.
Y para servir este banquete, se rodean de secundarios de lujo: Adrián Lastra como mejor amigo del novio, Antonio Dechent como protector padre de la novia, Malena Alterio como temperamental chef y Gracia Olayo como madre y empleada de la organizadora de bodas.
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