Directores de cine incombustibles: «¡Acción!» hasta el final

Clint Eastwood estrena el 1 de enero «Richard Jewell», su sexta película en cinco años. Este 2020 cumplirá 90 años, pero la jubilación no es una opción para él, como tampoco para otros cineastas

Nominaciones a los Oscar 2020: sigue la lista de nominados en directo

Clint Eastwood ABC
Fernando Muñoz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay cineastas con más películas a sus espaldas que años de cotización se necesitan para cobrar la pensión máxima. Y, pese a todo, estos directores incombustibles no piensan en la retirada. Es más, la mayoría no duda: si el «The End» les pilla en plena acción del rodaje, será un final feliz. «Me gusta lo que hago, ¿por qué tendría que dejarlo? Diré adiós sin despedirme», se defendía Clint Eastwood en ABC con motivo de su anterior estreno, «Mula», el pasado mes de marzo. Apenas nueve meses después, el cineasta americano, que este año 2020 cumplirá noventa primaveras, estrena nueva película, «Richard Jewell» .

En la última década, el protagonista de «Los puentes de Madison» ha dirigido ocho títulos –«Más allá de la vida», «J. Edgar», «Jersey Boys», «El Francotirador», «Sully», «15:17 Tren a París», «Mula», «Richard Jewell»– y todas con la coletilla de la prensa de ser «la última de Clint Eastwood». Pero el californiano mantiene el pulso firme detrás de la cámara.Con la mitad de lo que ha rodado en los últimos diez años, otros directores han justificado toda una carrera. «Hace mucho pensé en tirar la toalla, pero me arrepentí enseguida. Me gusta trabajar, es algo con lo que aún disfruto. Cuando no me divierta, me retiraré . Pero, de momento, me lo paso igual de bien que cuando me hice director hace 47 años», presumía Eastwood en ABC,en una entrevista en 2012. Para el último gran estandarte del Hollywood clásico, solo hay un motivo que le haría plantearse decir adiós a una profesión en la que ha sido todo:«Todavía no he llegado a esa edad en la que necesito tarjetas que me indiquen el diálogo porque mi memoria no me permite acordarme. Cuando llegue ese momento, tomaré la decisión de retirarme».

Roman Polanski

Otro veterano que regresa a la cartelera española este 1 de enero es Roman Polanski . El cineasta francés estrena «El oficial y el espía» , con la que ganó el gran premio del Jurado en el reciente festival de Venecia y que le ha devuelto a la primera línea tras unos años donde se hablaba más de sus escándalos y sus juicios por las acusaciones de abuso sexual que por su cine. En el filme, que ha rodado a sus 86 años sin atisbo de cansancio, muestra su faceta más clásica para narrar en clave histórica el caso Dreyfus del que nació el popular «J’accuse (Yo acuso)», de Émile Zola . Para muchos, Polanski ha usado la película para justificar, desde su subjetividad y egocentrismo, todos los escándalos que le han acechado durante la segunda mitad de su vida.

Woody Allen ABC

«Probablemente me muera en medio del montaje de una película o en un plató, rodando», dijo Woody Allen este mes de septiembre en San Sebastián, donde se refugió de la tormenta mediática que le volvió a calar antes del estreno de «Días de lluvia en Nueva York» . Su hijastra Dylan Farrow denunció –otra vez– que el director abusó de ella en los años noventa –caso que la Justicia rechazó tras dos investigaciones previas independientes– y la distribuidora decidió frenar el estreno por miedo. También los actores, que semanas antes se deshacían en elogios al cineasta, le repudiaron por un caso que todos conocían antes del rodaje.

Pero todo eso es, nunca mejor dicho, agua pasada. Woody Allen se vino a España en busca del sol de la Playa de la Concha, donde rodó este verano la que ya es su película número 49, «Rifkin’s Festival» . Nada más regresar a casa, el neoyorquino, de 84 años, se puso a rebuscar en su abultado cajón de ideas para filmar la siguiente película, con la que completará el medio centenar. Y siempre, pase lo que pase, con una legión de fans que siguen su estela: «Tengo unos pocos seguidores por aquí, otro puñado por allí... Atraer ahora a un público joven o más mayoritario... No creo que se pueda. Hace cincuenta años que hago películas y todavía tengo que intentar atraer al público», lamentó el director, para quien el cine «es una manera de evitar la vida real», dijo durante su estancia en España.

Martin Scorsese AFP

También de actualidad, el neoyorquino Martin Scorsese defendía antes de ponerse a filmar «El irlandés» que no pensaba despedirse de la industria. « Tengo 75 años y quiero seguir rodando películas, no aburrirme ». Ahora, dos años después de aquella declaración, la cosa ha cambiado algo. Hace apenas unos días aseguraba en «The Guardian» que quizá este haya sido su último trabajo. Aunque defiende que no es tanto su falta de energía como la dificultad de levantar proyectos en una industria dominada por el cine de superhéroes.

Steven Spielberg ABC

Lo que parece evidente es que la retirada no es una opción cuando se alcanza la cima. Desde lo más alto miran los dos directores más rentables de la historia, Steven Spielberg (73 años) y James Cameron (65 años) , y ninguno ve en el horizonte la jubilación. El primero, hiperactivo, solo hasta 2022 tiene 20 proyectos entre manos como productor y tres como director. Por su parte, Cameron tiene pendientes de estrenar cuatro entregas más de «Avatar» y una adaptación de una novela de Taylor Stevens.

Otro de esos cineastas a los que no se les agotan ni las ideas ni las energías es Ridley Scott . A sus 82 años , el creador de «Alien» tiene cinco títulos anunciados para los próximos años, incluida una posible secuela de «Gladiator».

Frente a todos los menciados, las directoras de cine, a las que Hollywood ha dejado de lado históricamente. Entre las veteranas en activo, Kathryn Bigelow (68 años) , una de las cinco cineastas a las que Hollywood ha nominado al Oscar a la mejor dirección en sus 92 ediciones. Al otro lado del Atlántico, en Europa, las mujeres han encontrado más facilidades. La británica Sally Potter (70 años), la polaca Agnieszka Holland (71 años) y la francesa Claire Denis (73 años) tienen todavía mucho que decir. Y en el recuerdo, la única mujer detrás de la cámara en la «nouvelle vague», Agnès Varda, que murió en marzo a los 90 años sin despegarse del objetivo hasta su último aliento.

Donald Sutherland EFE

En el caso de los actores, la cosa se pone paritaria cuando de mantenerse activo se trata. Aunque los motivos no son siempre los mismos: «No tengo dinero para vivir de las rentas, alimento a muchas bocas», decía Donald Sutherland el pasado Festival de San Sebastián con algo de sorna y mucho de realidad. Después, con más lírica, se justificó en la emoción de su profesión: «No me puedo jubilar porque mi vida es el trabajo. Esto es una pasión. Los personajes que he interpretado me han dado disfrute y libertad para vivir la vida que nunca me hubiera atrevido a vivir», sentenció el penúltimo ganador del Oscar de honor de la Academia de Hollywood.

Para pocas bromas estaba Jamie Lee Curtis durante una entrevista con María Estévez en estas páginas a cuenta del estreno del remake de «La noche de Halloween». «No me ofrecen muchos papeles, la verdad. Supongo que tiene que ver con que hago anuncios de yogurt para ir al baño o que soy una actriz muy política, de las que no se calla; digo lo que pienso en cada momento. También es cierto que cuanto más soy yo menos quiero ser otras personas, justo lo contrario de lo que me ocurría con 19 años cuando quería convertirme en alguien diferente. Pero tengo que trabajar porque hay facturas que pagar». Una voz que pone de frente la realidad de unos cineastas que, en la cumbre del éxito o en los rodajes más rutinarios, no se bajarán de las tablas hasta que suene el aplauso final.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación