Dario Argento: «El arte debería ser libre»
El director italiano, maestro del terror con películas como 'Suspiria', recibió ayer el Golden Honorary Award en el Festival de Sitges, donde, a sus 82 años, presentó su última película, ‘Occhiali neri’
Lleva más de medio siglo aterrorizando a la gente, pero Dario Argento (Roma, 1940), ajeno al festival sangriento que desahoga en sus películas, es un tipo afable, siempre sonriente. Casi tierno al trato, sin nada que esconder, excepto lo que hace cuando se pone detrás de una cámara. «De la contradicción nacen las películas», reconoce en una entrevista con ABC. Las suyas, admite, surgen de sus «fantasías más oscuras y viscerales».
Maestro del giallo, aprendió de Sergio Leone y colaboró con George A. Romero , pero ya es el único de todos ellos en pie. Como un Drácula adicto a exprimir los miedos más insoslayables de su público, se niega a retirarse, aunque al contrario que el conde vampiro, la juventud no es eterna para el genio romano. El tiempo comienza a hacer mella en el cineasta italiano, responsable de películas de culto como ‘Suspiria’ o ‘Phenomena’, pero no en su cine, que, aunque necesita más poso que antes, sigue imperturbable. Y si cuesta, en este caso una década, para eso está su hija, la polémica actriz Asia Argento, para empujarlo. Reconocido con el Golden Honorary Award en el Festival de Sitges , presentó su última película, ‘Occhiali neri’ , y ya tiene otra prevista para la primavera que viene. El miedo no descansa, ni tampoco Dario Argento, para regocijo de esa generación de directores que, aun en la cima, siguen aprendiendo del maestro del género, como si ellos, los Tarantino o Del Toro de turno, no lo fueran.
—Se le ve muy contento. ¿No hay nada que asuste al genio del terror?
—Tengo los miedos de cualquiera, los miedo cotidianos, y luego tengo miedos más profundos, que son los que reflejo en mis películas.
—En ese sentido, ¿es su cine algo voyeurista? ¿De desahogar en él fantasías prohibidas, disfrutando de cosas que en la vida real no están permitidas?
—Sí, son fantasías de lo más profundo y visceral, de mi parte oscura. Me gusta ese contraste, ese choque entre el bien y el mal dentro de mí.
—¿Hay belleza en el horror? ¿O la belleza es precisamente esa contradicción?
—Sí, de la contradicción nacen las películas. Todos los artistas tienen esa contradicción y de ahí surge su arte. En la violencia hay una espectacularidad que me interesa reflejar.
—Algunas de sus películas fueron censuradas en algunos países por ser demasiado violentas. ¿El arte debería estar exento de convenciones y ser completamente libre o dónde está el límite?
—No sé dónde está el límite porque un artista expresa lo que tiene dentro, necesita sacarlo. O sea, que no hay límite. El arte debería ser libre.
«La violencia tiene una espectacularidad que me interesa»
—¿De dónde surge ese universo de pesadilla tan violento y sangriento? ¿Es capaz de convertir un trauma en una fantasía?
—Mi inspiración viene de mi subconsciente. El cine puede ser una forma de curar traumas, pero yo no soy consciente de que haya tenido ese efecto sanador en mí.
—Ha calificado de «traición» el ‘remake’ que Luca Guadagnino hizo de Suspiria . ¿La obra de un artista debería permanecer inviolable, al tiempo, a otras personas e incluso a uno mismo, cuando deja de ser respetado? Estoy pensando en Polanski o Woody Allen…
—Sí, no me gustó nada la película que hizo, nadie me preguntó. Las películas cuando están hechas, están hechas, lo que está hecho, está hecho. Cuando la película está hecha debe ser intocable y pasar a otra cosa. Respecto a la última cuestión, depende del artista, si el artista se inspira en la vida. Pero un artista se inspira siempre en su propia vida, deben hacerlo, por eso una obra es inseparable del artista.
—¿Se puede radiografiar a una sociedad a través de sus miedos? Dicho de otro modo, ¿lo sobrenatural permite explicar mejor la realidad?
—Sinceramente, no lo sé.
—Llevaba diez años sin rodar películas. Esta última la hizo por insistencia de su hija, la actriz Asia Argento, que también sale en la película. ¿El horizonte de una retirada está próximo? ¿Es un miedo en el armario o un merecido sueño, una jubilación dorada después de más de medio siglo atormentando al mundo?
—Esta película fue descubierta por mi hija, que me insistió para hacerla y yo vi que era una buena ocasión para sacarla. ¿Retirarme? No, yo voy a continuar. En primavera estreno película en Francia y de momento no quiero dejar de dirigir.
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