Cerdita

La matanza de Texas en la España rural: la venganza de la gorda

Carlota Pereda estrena 'Cerdita', una película de terror sobre el 'bullying' a una mujer con sobrepeso

Crítica de 'Cerdita': Causas y efectos de armarse la gorda

Laura Galán protagoniza 'Cerdita', de Carlota Pereda
Lucía M. Cabanelas

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No tiene poderes psíquicos, como la Carrie White que inventó Stephen King , pero el poder animal con el que la protagonista de 'Cerdita' dice basta se parece bastante al del personaje al que dio vida Sissy Spacek de la mano de Brian de Palma . Basta cambiar la menstruación por el sobrepeso, pero sigue el 'bullying' y la justicia, por venganza, la toman ellas de su propia mano.

En la película de Carlota Pereda , que adapta el cortometraje homónimo que dirigió hace cuatro años, no hay festival sangriento en un instituto norteamericano sino una matanza como la de Texas, pero en el España rural, en un pueblo extremeño. Nada es casualidad, ni siquiera el idílico entorno, que se convierte en un infierno. «En un pueblo, la gente con la que vas a un instituto es la que te hace 'bullying' en la calle, esa sensación de no poder escapar hacía que la situación fuera más claustrofóbica. En los pueblos pasa un poco como con las familias, que te asignan un rol y ese rol lo tienes para siempre», cuenta a ABC la directora.

Una escena de 'Cerdita'

Sara, interpretada de forma visceral por Laura Galán, es la Cerdita para los jóvenes del pueblo Villanueva de la Vera. Por trabajar en una carnicería, pero también por su peso. «No está segura en ningún sitio, en casa, en la calle… ni en la ducha. Y cuando no, tiene la regla… está expuesta todo el rato, como la mayoría de los adolescentes. Es un verdadero terror. Eso sí que da miedo, que no tengas escondite. Los gordos no tenemos manera de escondernos , no tenemos armarios, podemos ser la diana perfecta de crítica y burlas», resume la actriz, que se dejó la piel, de forma literal, en el rodaje de la película.

«No le hacen falta las palabras y a veces es que tampoco le salen porque a la pobre mía no le han dado mucha libertad para hablar. Es mucho de piel, es su cuerpo el protagonista, cuando habla es para romper cosas. Fue un rodaje muy físico pero lo disfruté igual, porque los actores somos masoquistas. Y había que contar la historia así, sabíamos que no había otra manera, había que tener heridas de guerra, había que correr, que sudar», confiesa Galán, que consiguió el papel rompiendo los esquemas de la directora.

Un thriller moral

Cuando el calor asfixia, ella respira. Cuando el pueblo duerme la siesta, escapando del sol inosportable de la tarde de verano de Extremadura, ella va a la piscina, para que no la vean. Hasta que la ven, la humillan... y todo explota. El drama del acoso se convirtió en una película de terror porque, asegura la directora, en este género, que «funciona desde la empatía, puedes llegar más lejos, tanto de manera formal como temática». ¿Es lícito hacer daño a quien te lo hace? «Siempre nos planteamos la película como un thriller moral. La idea es que la gente responda a esa pregunta con la mochila que lleva a la espalda, con su experiencia vital», dice Pereda.

«No he sufrido 'bullying' nunca; he sido gorda siempre y seguramente lo siga siendo (...) Tener un cuerpo no normativo no hace que seas acosada, no es la norma. La culpa no es tuya por tener un cuerpo diferente»

'Cerdita', sin embargo, surge de otro lugar más personal. Carlota Pereda transformó sus «obsesiones» tras ser madre en una película sobre «terror real» porque, admite el cine para ella son palomitas envenenadas. «Tenía todas estas angustias de traer una hija al mundo, por el 'bullying' que puede sufrir, por el acoso por ser mujer... Traer a una persona al mundo es complicado; tiene cosas maravillosas pero otras… es difícil», concede la cineasta. Las alegorías, más allá de la carnicería y los ganchos de las matanzas, tienen un propósito: «La ficción –confiesa– tiene una manera de hablar de los problemas y de los traumas que puede llegar a ser no solo catártica sino también sanadora».

Laura Galán en 'Cerdita'

Al principio, sin embargo, Carlota Pereda buscaba a alguien más joven para 'Cerdita', que ha ganado el Mèliés de oro a la mejor película en el Festival de Sitges . «Para hacer lo que quería hacer como lo quería hacer me di cuenta de que iba a hacer pasar por algo muy traumático a las chicas que encontraba que no tenían experiencia, y no era el tema. Quería hacer algo con alguien de la mano, crear el personaje juntas». Y encontró a Laura Galán , de 36 años, que no tiene complejos sobre su físico y se lanzó de cabeza al proyecto. De hecho, afirma, ha conocido «la vulnerabilidad y lo doloroso» del tema a través de 'Cerdita' . «Yo no he sufrido 'bullying' nunca; he sido gorda siempre y seguramente lo siga siendo, pero no he sentido 'bullying', es importante recalcarlo. Tener un cuerpo no normativo no hace que seas acosada, no es la norma. La culpa no es tuya por tener un cuerpo diferente», admite la actriz.

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