Agnès Varda: «Godard y yo somos los dinosaurios de la nouvelle vague»

La cineasta ha recogido el premio Donostia con el que el Festival de San Sebastián reconoce toda su trayectoria

Fernando Muñoz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En las manos de Agnès Varda está todo el cine. Con ellas cogió la cámara para subirse a la ola de la nouvelle vague, la única mujer directora en hacerlo, y con ellas recogió ayer el Premio Donostia en reconocimiento a toda su trayectoria, algo que repetirá en unos meses con el Oscar de honor. Y a sus manos mira cuando reflexiona sobre su edad, 89 años, y sobre el proceso de hacerse mayor: “Les digo a mis nietos que vengan a verlas, que tienen ríos y manchas, y les hago descubrir en ellas un paisaje”.

Pero Agnès Varda no ha venido a San Sebastián para disfrutar la vida de jubilada. Presenta película, “Faces Places”, con la que ganó en Toronto el premio a mejor documental, y reflexiona con lucidez sobre las cuestiones que los periodistas le plantean. Para cada respuesta se toma varios minutos que la hacen discurrir desde la situación de los obreros franceses hasta la cercanía de la muerte, temas que aborda ensu filme, en el que junto a un joven artista recorre los pueblos de Francia para fotografiar a sus gentes. “Tengo ganas de que llegue la muerte, porque todo habrá acabado”, llega a decir en el filme. En la suite 103 de un céntrico hotel de San Sebastián sus palabras se matizan: “ Yo tengo muchas razones para vivir. Mi cuerpo se estropea, pero trabajo con mucho gusto . Esa frase no es una llamada a la muerte, es la idea de que estoy de acuerdo en que tiene que venir si no me hace sufrir. En eso sí pongo mis condiciones. Pero pienso que si me duermo esta noche en mi cama... Pues muy bien”.

En esa contradicción, la de vivir a la espera del final y disfrutar cada momento del presente, resiste Agnès Varda como su cine resiste en la contradicción de ser visto por una minoría y reconocido por casi todos. Y en esa circustancia le llega el Oscar: «Creo que es como una broma, porque a los Oscar van a personas conocidas que han hecho ganar mucho dinero, y yo en eso soy un cero», explicó sonriente. « Le dije a mi hija que no iba a ir a recogerlo, pero me convenció de que tenía que ir. No puedo negarme, no puedo decir que no ».

El documental con el que ha viajado a San Sebastián guarda una sorpresa final. No desvelamos nada si decimos que tiene relación con Jean-Luc Godard, y que en ella se reflejan uno de esos momentos emotivos por los que el cine merece ser visto en pantalla grande: “Godard y yo somos los dos restos, los dos dinosaurios que quedan de la nouvelle vague. Eso sí, muy distintos de carácter”, dice sonriente tras explicar un final escrito por el vacío del otro superviviente.

La directora de “Sin techo ni ley” y “Cleo de 5 a 7” reconoce pese a todo que siempre le han gustado los retos, y que cuando no los ha tenido, los ha buscado. “Me puse dificultades, el objetivo de buscar otras estructuras de cine. He hecho muchos documentales, porque los documentales son la escuela de la modestia , porque estás al servicio de los sujetos que filmas”, explica sobre la libertad de su cine. Un cine cuyo éxito y valor, dice, ha sido gracias a que no ha tenido exceso de dinero: “Yo podría ganar más dinero, el cine se paga caro, pero no quiero vender productos. Por eso tampoco hago películas publicitarias y no gano mucho dinero, pero hago un cine que es libre . El cine tiene que tener sentido y no simplemente dinero”, defendió en la rueda de prensa posterior al encuentro en el Hotel Reina Cristina.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación