Crítica de 'La protegida': Michael Keaton la saca del tópico
El argumento es el de una joven asesina a sueldo que fue recogida de niña por un fulano (Samuel L. Jackson) que le enseñó todo sobre el negocio de la liquidación
El director es Martin Campbell , que hizo uno de los mejores Bond, 'Casino Royale', y el guionista es Richard Wenk, que ha escrito para Fuqua los dos 'The equalizer', con Denzel Washington . Es decir, que en lo tocante al cine de acción algo saben. 'La protegida' es pura acción y, como suele ocurrir en el género, el argumento y el modelado de personajes no buscan sobresalir por su finura ni originalidad, a pesar de lo cual hay tres o cuatro detalles que consiguen elevar el producto unos centímetros sobre la rutina habitual.
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La protegida
El mejor y más evidente es Michael Keaton , que interpreta un villano (en realidad, todos lo son) con mucha retranca y son sus escenas con Maggie Q, la protagonista, llenas de tensión violenta y sexual, las que sacan a 'La protegida' de ese campo tan pisoteado: se dicen y se hacen 'cosas' que tienen su gracia incluso en esta historia. Otro detalle es que Campbell tiene estilo y una pizca de ambición, 'suena' bien a pesar de que su narrativa ('flasback' sobrantes incluidos) no busque ese terreno fuera del carril donde campa el ingenio.
El argumento es el de una joven asesina a sueldo que fue recogida de niña por un fulano (Samuel L. Jackson) que le enseñó todo sobre el negocio de la liquidación, y la trama se enreda en las consabidas venganzas, peleas, persecuciones y brutalidades que ni tienen explicación ni las necesitan. Y, en fin, entre la percha de Maggie Q, el descaro de Keaton y la cara de guasa de Jackson sujetan la película un tiempo extra en la memoria.