Crítica de «La nueva vida de Britt-Marie»: De lavavajillas a entrenadora de fútbol
«No hay táctica ni estrategia, sino solo buenas intenciones y alguna que otra lección de vida»
El personaje, sus circunstancias y su intérprete hubieran podido posar con total naturalidad en el universo de Bergman , pues se trata de una mujer ya en un punto clave de maduración a la que se le desmorona su vida reglada, insustancial y de servidumbre matrimonial de cuarenta años, a la cual interpreta Pernilla August , actriz bergmaniana en sentido amplio, pues no solo trabajó en «Fanny y Alexander» y formó parte de su elenco en el Real Teatro Dramático de Estocolmo, sino que además escarbó en el alma tortuosa del genio en películas como « Las mejores intenciones» , de su marido, Bille August, y en la dirigida por Liv Ullman, « Encuentros privados », con guion y grasilla autobiográfica de Bergman.
Dicho lo cual, en el desarrollo del argumento y en su tono es más fácil relacionar a esta película con la sueca «Pippi Calzaslargas» que con Bergman. La directora Tuva Novotny organiza un relato en el que mantiene muy en segundo plano lo dramático y lo enfoca hacia lo vitalista, familiar y «naïf», y también un poco a lo surrealista , pues ese personaje hundido y pintoresco rehace su vida como entrenadora de fútbol de un equipo infantil en un diminuto pueblo, sin que ni ella, ni los jugadores, ni siquiera la propia directora, tengan ni idea de cómo se teje un poco de épica futbolera. No hay táctica ni estrategia, sino solo buenas intenciones y alguna que otra lección de vida .
Dirección: Tuva Novotny
Reparto : Vera Vitali, Pernilla August, Peter Haber, Olle Sarri, Mahmut Suvakci, Lancelot Ncube, Malin Levanon, Anders Mossling
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