Crítica de 'Mantícora', la nueva película de Carlos Vermut: La cabeza humana del monstruo

«Es deslumbrante cómo la interpretación y la planificación mantienen al espectador en un equilibrio entre la afección y la aversión al personaje protagonista»

Nacho Sánchez ha logrado la nominación al Goya por su personaje BTeam
Oti Rodríguez Marchante

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Magnífica película que reúne el anverso y el reverso de una historia que plantea en diversas capas un angustioso drama, una monstruosa anomalía interior y una punta afilada de intriga sórdida y psicológica. El personaje central está aludido en el título, mantícora, criatura mitológica con cabeza humana, cuerpo de león y cola de dragón, y es una gran elección del director encomendarle ese personaje a un actor como Nacho Sánchez , capaz de asumir mediante fragilidad y determinación esos tres caracteres sin que ninguno de ellos rechine. El joven Julián es diseñador de videojuegos y trabaja en la construcción virtual de un monstruo para la publicación de un cómic, es silencioso, laborioso, solitario pero se esfuerza en armonizarse social y laboralmente.

La sutileza de Carlos Vermut , un director que busca con ahínco la mirada del espectador pero también las posibilidades de su intuición e imaginación, nos permite ver la cabeza de su personaje, humana, incluso humanitaria (salva a su vecino, un niño, de un incendio en su casa), y también nos permite intuir, a causa de ese suceso del niño y el incendio, su casi imperceptible e inconfesable obsesión por la infancia. El protagonista desarrolla virtualmente su monstruo para el tebeo y el director, con igual minuciosidad, avanza en su descripción de las otras partes de la mantícora, el cuerpo horroroso y la cola peligrosa.

Es deslumbrante cómo la interpretación y la planificación mantienen al espectador en un equilibrio entre la afección y la aversión al personaje protagonista; entre la simpatía y una reticencia cercana al horror. Juega Vermut tan bien esas cartas de lo que muestra, lo que sugiere y lo que elude, entre lo real, lo virtual y lo moral, que uno mismo es mil piezas descolocadas, perturbadas. Lo íntimo, lo sexual, lo transgresor, lo humano y lo inhumano está tratado con gran sensibilidad, elegancia y comprensión, y la entrada en escena de un personaje, ‘la chica’ (realmente adecuada y absorbente Zoe Stein), se lleva el relato a un territorio aún más complejo, desconcertante, magnético, y le añade otras mil piezas descolocadas al puzzle.

Ficha completa

Mantícora

Mantícora

El personaje que interpreta Nacho Sánchez se explica en silencio, mediante su comportamiento siempre afligido y con un deje de alarma, aunque Vermut le permite aclararse con palabras en un momento casi enternecedor entre ellos, cuando él le dice ‘nunca he hecho daño a nadie’, y es su cabeza humana la que habla aunque sabemos (sospechamos) que detrás hay una cola de dragón. ‘Mantícora’ lleva dentro una propuesta discutible, digna de litigio, sobre la jaula que se construye uno mismo para contener al monstruo, o sobre lo real y lo virtual, y se dirige hacia un desenlace realmente estremecedor, un sorprendente laberinto de cabeza y cuerpo. No es una película fácil de recomendar alegremente, pues es oscura y viscosa, pero tiene toneladas de ese mineral precioso que solo se consigue yendo al cine a por él.

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