El baño de sangre de Ricky Gervais

El humorista se despidió de los Globos de Oro con ácidas intervenciones en las que no hizo enemigos

Ricky Gervais, durante su monólogo inicial en los Globos de Oro Efe

María Estévez

Ricky Gervais , presentador de la gala de los Globos de Oro (y creador de ficciones como «The Office» o «Extras»), ayer se despidió de una ceremonnia que ha presentado en cinco ocasiones. El humorista provocó con sus ácidas palabras un auténtico «baño de sangre» en el que no dejó prisioneros. En Hollywood muchos se sienten importantes, artistas de talento o amigos de los lideres del mundo. Sin embargo, Gervais se encargó de recordarles que solo son un grupo de amigos que no han terminado el colegio y que, más allá de ser muy atractivos, no tienen nada que decir cuando se trata de comentarios políticos.

«Vamos a reírnos a vuestra costa. No estáis en posición de dar lecciones de nada. La mitad de vosotros ha pasado menos tiempo en el colegio que Greta Thunberg . Si ganáis, aceptad vuestro premio, agradeced a vuestro agente la suerte que tenéis, y fuera», comentó.

Gervais dijo que si la Academia no pudo contratar a Kevin Hart por sus ofensivos tweets , no entendía lo que estaba haciendo él presentando los Globos de Oro. «Tengo la suerte de que los miembros de la Asociación de Corresponsales Extranjeros de Hollywood casi no hablan ingles». La mitad de la sala se quedó con la boca abierta cuando el presentador espetó: «He venido en una limusina con una matrícula hecha por Felicity Huffman ».

Gervais fue a por Leonardo DiCaprio por salir con «chicas tan jóvenes que podían ser sus hijas y eran del gusto del Príncipe Andrés». A Martin Scorsese le dijo que era tan bajito que estaba seguro que no podía entrar en los parques de atracciones, y llamó a Joe Pesci «Baby Yoda». El CEO de Apple recibió un buen golpe cuando el presentador advirtió de las malas practicas de su empresa. «Una compañía que tiene fábricas en China. Hablan de “despertar”, pero si ISIS creara una plataforma de streaming estarían llamando a su agente ahora mismo». La nata al pastel fue la broma sobre Jeffrey Epstein . «Ya sé que era vuestro amigo».

Se oían quejas, pausas, silencios y Gervais les calmaba. «Vosotros me habéis pedido, aquí me tenéis. Es el ultimo año». Gervaix mantuvo el clímax en una noche divertidísima pero donde la «sangre» se derramó por el hotel Beverly Hilton.

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