Imagen del vídeo en el que los terroristas ejecutan a uno de los diplomáticos rusos. / AFP
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Al Qaeda cumple su amenaza y asesina a los cuatro diplomáticos rusos secuestrados

La rama de la red terrorista en Irak emite un vídeo de los crímenes y culpa a Moscú de la «tortura, matanza y expulsión de nuestras hermanas y hermanos»

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El denominado Consejo de los Muyahidines de la Shura, grupo iraquí vinculado a la organización terrorista Al Qaeda, acaba de cometer un crimen que causará consternación en toda Rusia, levantará polémica y críticas al Kremlin por no haber podido evitarlo. En un comunicado hecho público ayer a través de Internet, la organización que lidera Osama bin Laden anunció la ejecución de los cuatro miembros de la representación diplomática de Moscú en el país árabe, secuestrados el pasado 3 de junio.

La página web incluye un vídeo mostrando cómo uno de los rehenes es decapitado mientras otro recibe un disparo a bocajarro. En la grabación se ve cómo una tercera persona es también degollada. «El veredicto de Alá se ha cumplido como venganza contra el Gobierno infiel de Rusia por la tortura, matanza y expulsión de nuestros hermanos y hermanas», se proclama en la nota. La reacción de las autoridades rusas ha sido por ahora de máxima prudencia.

El portavoz del Ministerio de Exteriores, Mijáil Kaminin, declaró ayer por la tarde que se está haciendo todo «para averiguar la veracidad de la información recibida». Según Kaminin, «nuestras fuentes no han podido aún confirmar que hayan tenido lugar las muertes». El pasado miércoles, inmediatamente después de que el Consejo de los Muyahidines amenazara con quitar la vida a los cuatro diplomáticos rusos, el portavoz de la diplomacia de Moscú les pidió «no cometer una acción irreparable». Kaminin aseguró que «el pueblo ruso nunca ha entrado en guerra con el islam».

Los terroristas, sin embargo, no parecen compartir la misma apreciación. El pasado día 21, la organización islámica iraquí daba al Gobierno de Vladímir Putin 48 horas para retirar sus tropas de Chechenia y «poner en libertad a todos los musulmanes confinados en cárceles rusas». El incumplimiento de tal exigencia conduciría al triste desenlace hecho ahora realidad.

Asalto en un quiosco

Las víctimas son el tercer secretario de la Embajada en Bagdad, Fiódor Záitsev, diplomático de carrera, y los empleados de la legación Rinat Agliulin, Anatoli Smirnov y Oleg Fedoséyev. El día del secuestro fue asesinado también el guardia de seguridad, Vitali Titov. Los cinco empleados viajaban en un vehículo de la legación cuando, tras detenerse para adquirir bebidas en un quiosco, fueron atacados por hombres armados. Titov recibió varios disparos y quedó tendido sobre la calzada mientras sus compañeros eran obligados a subir a un minibús. El guardaespaldas moría poco después sin haber dado tiempo a trasladarle al hospital.

A las pocas horas, el Ministerio de Exteriores afirmó que se adoptarían «todas las medidas necesarias» para lograr la liberación de los secuestrados. El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, dijo que se estaban haciendo gestiones a distintos niveles e incluso el Gobierno iraní se ofreció como mediador. La hermana de uno de los rehenes, Alia Agliulina, pidió clemencia a los terroristas a través de un video difundido por la cadena qatarí Al-Yasira. La mujer apareció con un velo cubriéndose la cabeza y asegurando que su hermano es el único sustento de una familia constituida totalmente por musulmanes.

Sus súplicas no han servido para nada y ello a pesar de que Rusia no tiene tropas desplegadas en Irak y de que su Gobierno se ha pronunciado siempre en contra de la intervención americana. No es la primera vez que ciudadanos rusos son blanco de las acciones de la insurgencia. En abril de 2004, ocho trabajadores de la firma Interenergoservice fueron apresados y liberados días después. En mayo de ese mismo año, en Mussayib, se repitieron los secuestros.