EUFORIA. Beckham celebra su tanto con Ashley Cole. / AP
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El récord del inglés

El medio del Real Madrid se convirtió ayer en el primer jugador británico que marca en tres Mundiales distintos

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El británico David Beckham llevaba trece partidos sin ver puerta con la selección de Sven Goran Eriksson y en Inglaterra se había llegado a cuestionar su liderazgo dentro de un grupo en el que abundan jugadores con carácter. En estas circunstancias, el centrocampista del Real Madrid llegó al partido ante Ecuador con más dudas que certezas.

Era consciente de que hacía tiempo que no se mostraba desequilibrante y tenía ganas de reivindicarse. Y, en este sentido, sabía que hay pocos escaparates mejores que los octavos de final de una Campeonato del Mundo. Pero lo que no podía imaginar antes del saltar al césped es que su gol de falta le iba a catapultar a la altura de los mitos más importantes del fútbol británico. Un tanto que convirtió al Spice Boy en el primer jugador inglés que marca en tres Mundiales distintos.

Aplacar las dudas

El gol, además de reforzar la confianza del centrocampista merengue, servirá para aplacar las dudas que han surgido en Inglaterra por la falta de puntería que le estaba acompañando en los libres directos. La preocupación había llegado a tal extremo, sobre todo entre sus compañeros, que incluso Wayne Rooney se acercó para tranquilizarle antes del partido.

«Has estado fatal estos días, así que hoy vas a marcar uno», vaticinó delantero del Manchester United. Pero el niño malo del combinado inglés no fue el único que tuvo palabras de aliento para Beckham. Poco antes de que los jugadores saliesen a calentar, el interior derecho recibió un mensaje de móvil de Roberto Carlos, compañero suyo en el Real Madrid, en el que le animaba a romper con su sequía en los lanzamientos a balón parado. «Márcame un free-kick», le escribió el brasileño.

«La verdad es que me ha dado suerte», reconoció el futbolista, que ayer vivió un día más intenso de lo habitual. Y es que, además de convertirse en el primer jugador inglés que perfora la portería contraria en tres Mundiales distintos y de romper con su sequía goleadora, Beckham vomitó después de marcar su decimoséptimo tanto con la selección debido al intenso calor que reinaba en Stuttgart. «Tendremos que acostumbrarnos a estas condiciones, porque van a ser iguales en otros días», se limitó a señalar.