Los estudiantes denuncian graves deficiencias en la biblioteca Luis Berenguer

Varios jóvenes de la ciudad han expresado sus quejas a este medio sobre las deficiencias de la biblioteca pública Luis Berenguer, que impiden desarrollar la rutina de estudio a muchos estudiantes durante los meses decisivos del calendario académico. La insostenible situación ha obligado a los afectados a condenar esta realidad ante la Administración local y los grupos políticos municipales, y piden una solución «cuanto antes». Hasta la fecha, la iniciativa no ha tenido éxito y los problemas siguen acuciando a este grupo de isleños, que prefieren guardar su identidad para poder seguir acudiendo a estas instalaciones con normalidad.

Quejas

La principal queja de los usuarios de la biblioteca apunta hacia la ausencia de aire acondicionado en la primera planta del edificio, en la que suelen coincidir de manera habitual alrededor de 40 estudiantes durante la época de exámenes. Esta deficiencia dificulta la concentración de los jóvenes, que, como cada año, han de afrontar el intenso calor propio de la época estival.

David, usuario de la biblioteca, ilustra este problema: «Estudiar allí cada tarde se convierte en un infierno. Los estudiantes tenemos que estar con una mano en el bolígrafo y con la otra en un improvisado abanico, mientras que los bibliotecarios se limitan a decir una y otra vez que el aire no funciona porque tienen que venir a recargarlo».

Por otro lado, los usuarios han de soportar el fuerte ruido del generador del sistema de refrigeración aunque éste no funcione.

Otra de las deficiencias advertidas señala al mal olor que emana de los servicios, y que, durante muchos días, se hace patente en toda la biblioteca. Como recuerda Raúl, usuario de las instalaciones de Luis Berenguer, «el hedor persiste aunque no se hayan utilizado los inodoros y prueba de la desgana municipal es que uno de los sanitarios lleva estropeado cerca de dos años».

Los afectados también insisten sobre el horario de apertura del centro, el cual consideran insuficiente. La biblioteca Luis Berenguer mantiene abiertas sus puertas de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.30, permaneciendo cerrada los fines de semana.

Por otra parte, las salas permanecen cerradas durante agosto y sólo abren por la mañana en julio y septiembre, lo que obliga a muchos estudiantes de la ciudad a desplazarse a localidades vecinas en busca de lugares habilitados para el estudio.

Este horario plantea serias dificultades a jóvenes como Javier, que al tener que acudir a clase por la mañana sólo puede disfrutar de la biblioteca Luis Berenguer durante tres horas y media por la tarde.