RESISTENCIA. Para superar el trayecto es necesaria una gran preparación que a veces alcanza más de cuatro horas de natación al día
NATACIÓN

Los grandes retos no entienden de edades

A sus 57 años y por segunda vez, David Azcona realizará a nado el trayecto que separa Rota de Cádiz

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C on 57 años David Azcona no piensa dejarse vencer por la edad y, mucho menos, renunciar a su pasión de toda la vida: la natación. El próximo sábado, a las 8.00 horas, David se propone adentrarse en las aguas de Rota y llegar a nado hasta la mismísima playa de La Caleta, en Cádiz. Un recorrido de más de 6,4 millas naúticas que le llevará cerca de cuatro horas completar. La aventura no es nueva ya que este roteño ya la acometió hace cuatro años en el sentido contrario. En aquella ocasión la prueba resultó aún más complicada de los previsto. Las malas condiciones climatológicas llevaron a todo el equipo que lo acompañaba a rogarle que desistiera en el empeño, pero David no es de los que se echan atrás. «Fue muy duro», confiesa, pero lo consiguió y la satisfacción que le produjo semejante logro, «algo realmente indescriptible» según sus palabras, le llevó unas semanas después a agrandar la hazaña uniendo, igualmente a base de brazadas, las playas de Rota y Chipiona.

Desde entonces en su cabeza no han cesado de aflorar nuevos retos, incluso cuando el año pasado tuvo que ser operado del oído bajo el riesgo de no poder volver a practicar la natación. «Un temor que finalmente no se consumó gracias al magnífico hacer del Doctor Modelo y su equipo de cirugía del hospital Puerta del Mar», recuerda ahora David con el más sincero de los agradecimientos.

La tarea que el sábado le espera por delante no será sencilla. De hecho, para abordarla, el roteño se ha sometido a entrenamientos de hasta cuatro horas de natación sin descanso. «Pero no todo es contar con una buena forma física», afirma David para quien «resulta casi más importante mantener la mente lúcida. Hay que estar plenamente concentrado ya que durante el recorrido el peligro es constante y puede aparecer de repente en la figura de mareos, calambres o cualquier otra clase de contratiempo». Para asegurarse de que todo vaya a la perfección, David irá acompañado por dos lanchas en las que va embarcada su fiel guardia de corps: su hermano Prudente, su sobrino Óscar, su primo Antonio el cardiólogo y, tal vez este sábado, «una compañera muy especial».

Con estas singulares travesías este nadador busca lograr un doble objetivo. «Por un lado me mueve el afán de superación sobre uno mismo que todo deportista guarda en su interior; por otro, pretendo favorecer la natación, una afición que se traduce en fuente de salud a todos los niveles». En este sentido hace un llamamiento a las personas de su edad para que no bajen los brazos con el paso de los años, «nunca hay que rendirse» aconseja. Algo de lo que seguro dará buen ejemplo el sábado cuando pise la playa de La Caleta en torno a las 12.00 horas. Y, por el momento, no piensa colgar las botas, en su mente ya comienza a tomar forma la idea de atravesar el Estrecho de Gibraltar. «Aunque todos me digan que es algo muy peligroso, yo me veo haciéndolo, aunque ya se verá...», deja caer David.