TRÁNSITO. Una mujer y su hija, ante una fotografía de Jamenei. / AP
MUNDO

Irán amenaza con cortar el suministro de crudo si EE UU da un movimiento en falso

Washington apremia a Teherán a responder «en semanas» a la oferta de incentivos de las potencias occidentales

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El máximo líder religioso iraní, Alí Jamenei, amenazó ayer con suspender el envío de petróleo desde la región del golfo Pérsico si su país es atacado de alguna manera por Estados Unidos. El ayatolá insistió en que Teherán no abandonará su derecho de producir energía nuclear y aseguró que no serán ellos quienes inicien una guerra. «Si cometéis cualquier error, realizáis un movimiento equivocado, definitivamente el suministro de energía se verá seriamente en peligro. Tenéis que saber esto», aseguró Jamenei en declaraciones a la radio estatal.

Asimismo, advirtió de que Estados Unidos y sus aliados no podrán proporcionar seguridad a todos los envíos de petróleo que cruzan el estrecho de Hormuz, junto a Irán, si ocurre cualquier imprevisto. «No podréis proteger el suministro de energía en esta región», señaló. El máximo líder religioso de la república islámica no especificó, sin embargo, cómo materializará sus amenazas, si bien insistió en que el país persa no será quien comience ninguna guerra. Lo cierto es que el régimen de los ayatolás es el cuarto exportador de petróleo del mundo y el segundo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Hasta el momento, las autoridades iraníes han descartado el uso del combustible como arma en el contencioso que mantiene con Occidente por su programa nuclear.

Sin prisas

Las declaraciones del ayatolá Jamenei llegaron un día después de que el presidente, Mahmud Ahmadineyad, dijera que es posible que las negociaciones sobre su programa atómico avancen de manera importante y diera la bienvenida a conversaciones sin condiciones con todas las partes implicadas, incluyendo a Estados Unidos. No obstante, el mandatario advirtió que su Gobierno no se precipitará a la hora de juzgar el paquete de iniciativas ofrecido por los países occidentales para que Teherán ponga fin a su enriquecimiento de uranio.

Pero desde Washington se pide celeridad. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, fue rotunda y advirtió ayer mismo a Irán de que la respuesta a los incentivos ofrecidos por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania para que ponga fin a su programa nuclear deberá llegar «en cuestión de semanas», aunque declinó informar sobre si se le ha dado un plazo a para poder contestar.

Lejos de acortar distancias, Jamenei parecía adoptar ayer una posición más dura. «Que un país no tenga derecho a aprovechar sus competencias en tecnología nuclear significa que tiene que rogar energía a unos pocos países occidentales y europeos en los próximos veinte años», aseveró. «¿Qué líder honesto está preparado para aceptar esto?», se preguntó.

Asimismo, el ayatolá aseguró que Irán no es una amenaza para ningún país y que su Gobierno no pretende obtener armas atómicas. «La acusación de que estamos buscando una bomba nuclear es falsa, una mentira total», agregó. «No tenemos ese objetivo. Va contra las enseñanzas islámicas», insistió el líder religioso.