Los vecinos de Los Milagros salen a la calle para exigir el fin del narcotráfico en su barrio

«El mismo miedo que pasamos cada día es el que nos da el valor para salir hoy a la calle y pedir que se nos ayude». Por primera vez, los vecinos de Los Milagros se atrevían ayer a gritar en sus calles «no a la droga». Desde hace más de un año, el problema del narcotráfico en esta barriada de la ciudad, próxima a José Antonio, ha ido en aumento. Ya son catorce puntos de venta de droga lo que existen en este barrio que no se extiende en más de diez calles.

«Hemos perdido el miedo», explicaba Rafael Caballero, presidente de la asociación de vecinos. «Nos vemos tan agobiados de que nadie nos solucione el problema que hay que salir», comentó mientras sujetaba una de las pancartas de la manifestación. «Hay gente que no se atreve a salir a hacer la compra por el temor de que le vayan a hacer algo. Queremos vivir en paz».

Mientras gritan, saben que algunos de sus enemigos les miran y sonríen para provocarles. «A mí me duele la droga», explica una de las vecinas. «Me da pena ver a niños tan pequeños que sirven de camellos de sus padres».

Y es que el narcotráfico se ha convertido no solo en un problema de exclusión social sino también educativo. El Ayuntamiento detectó hace unas semanas unos cinco casos en la barriada de absentismo escolar. Según el presidente vecinal, existen muchos más. «Si no están censados no aparecen en los ordenadores. ¿Cómo van a saber si van o no van a clase?». Se lamentaba. «Si la Policía no tiene medios, ese no es mi problema».