PELIGRO. Las vallas yacen en el suelo desde hace tiempo. / J. RÍOS
Jerez

El futuro gimnasio del IES Caballero Bonald lleva más de un año a medio construir

Las obras son un peligro para los alumnos del centro por falta de medidas de seguridad

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Más de un año llevan las obras del gimnasio del IES Caballero Bonald a medio hacer junto a las pistas deportivas del centro. Las vallas que separaban el patio de las obras del gimnasio están derrumbadas, hay hierros en el suelo y numeroso material de obra que puede provocar un accidente.

Este centro, con más de setecientos alumnos, no contaba con unas instalaciones deportivas cubiertas para las clases de educación física y en febrero del pasado curso, comenzaron las obras del esperado pabellón. Esta construcción formaba parte del último acuerdo ejecutivo entre el Ayuntamiento de Jerez y la delegación Provincial de Educación, junto con la construcción del nuevo colegio Blas Infante, que ya está funcionando.

El contrato con la empresa concesionaria de la obra en un principio se rompió en las dos instalaciones y los operarios abandonaron la obra. La administración le concedió la continuidad de las obras a la constructora Itaca, para que completara el Blas Infante. Desde entonces el futuro gimnasio del IES Caballero Bonald sigue abandonado.

«Se meten los chavales y gente de fuera porque las vallas están caídas en el suelo y cualquier día pasa algo grave», asegura el director del centro, Carlos Suárez, que ha solicitado por todas las vías posibles la continuidad inmediata de las obras. «He intentado reunirme con el delegado de Educación, Manuel Brenes, en varias ocasiones pero hasta ahora no he obtenido respuesta alguna», explica frente a las obras abandonadas del centro.

«Los alumnos del IES Caballero Bonald vamos a redactar cuanto antes un escrito al delegado exigiéndole que comiencen las obras», asegura uno de los cinco representante del Sindicato de Estudiantes del instituto, David Atienza. «Si después de este escrito que vamos a enviar ya, no empiezan las obras antes de que comience el curso en septiembre, el sindicato organizará una asamblea de estudiantes y nos movilizaremos», anuncia Atienza. «Iremos a la calle si hace falta. No podemos permitir que se juegue con la ilusión de nuestros compañeros. Esto sólo pasa en la escuela pública, que es la única democrática y es la que tenemos que cuidar porque es la nuestra». Además, los alumnos y profesores cuentan con el apoyo del AMPA del centro.

Por su parte, la Delegación Provincial de Educación asegura que esta obra ya está gestionada por la empresa pública de Infraestructuras y Servicios de la Junta de Andalucía, que le ha pedido a la nueva empresa concesionaria de la obra, Itaca, un nuevo presupuesto. Los números ya están hechos y sólo queda la aprobación de la delegación que, según las fuentes consultadas por este medio, será en breve.

El futuro pabellón cubierto del centro contará con una sala principal de gimnasio, vestuarios, despacho y almacén de los materiales deportivos.

Este importante retraso en las obras implica también otras incomodidades en el centro, puesto que están pendientes de que acaben para reubicar, por ejemplo, la cafetería en el patio y para acondicionar una sala de reunión para la asociación de padres y para los representantes del Sindicato de Estudiantes.