ANÁLISIS

El patito feo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Luca Toni saborea las mieles del triunfo. Se ha salido con la Fiorentina, le ha quitado el número 9 de la azzura a Inzaghi y media Italina se pelea por contar con sus servicios para la próxima temporada. Pocos son los que se acuerdan en estos momentos del chico alto y delgaducho que intentaba ganarse la vida haciendo lo que más le gustaba, jugar al fútbol, y que estuvo a punto de cesar en su empeño porque nadie creía en él. Pocos se acuerdan del calvario que pasó en equipos de menor categoría como el Fiorenzuola (en el que sólo hizo dos goles porque no jugaba casi nunca) o del vacío al que se vio sometido por clubes como el Milan y la Juve, que no le veían capaz de triunfar en el Calcio. Esos mismos son ahora los que se postran ante el olfato goleador del killer llamado a guiar a los transalpinos en el Mundial, los que se pelean por contar con sus servicios. Sin embargo, el patito feo tiene memoria y parece haber elegido la opción del Inter, desde donde intentaría el asalto al récord más deseado, el de Norddahl, que hizo 35 goles con el Milan en la campaña 1949-50. De momento tiene margen para soñar con romper las barreras. Y capacidad para derribarlas.