Opiniones para todos los gustos sobre el futuro de Espárrago

Llega el verano. Se acaba la competición y comienza el baile de nombres. Entrenadores que se ofrecen, jugadores a los que quieren colocar, desmentidos, confirmaciones, intereses, rumores... todos los años lo mismo. El Cádiz, como no podía ser menos, no es ajeno a este maremagnum de nombres que aparecen cada día en la prensa, la radio, la televisión, los foros de internet o la barra del bar.

Sin duda, el tema que más en vilo tiene ahora mismo a los seguidores del Cádiz es el asunto banquillo. Todos hacen sus cábalas y muestran sus preferencias. Ayer, hasta se pudo escuchar una posibilidad surrealista: Luis Soler de entrenador, Espárrago de segundo y Oli de secretario técnico. Oir para creer.

Pero la gran pregunta, o las grandes preguntas, son: ¿Seguirá Espárrago? ¿No seguirá? Si no sigue, ¿quién vendrá? ¿Es mejor un técnico con experiencia en Segunda, tipo Pepe Mel? ¿O alguien que conozca el club, como Jose González? ¿Quizá con glamour, como Simeone?

Pues todas estas preguntas y muchas más son las que se llevan varios días haciendo los responsables del Cádiz. Y de momento tan sólo hay una cosa clara: que no se ponen de acuerdo. Las conclusiones a las que se pueden llegar en estos momentos, después de mil y una conversaciones y sin que haya aún nada oficial, es que la intención del entrenador es la de seguir, aunque no se ha pronunciado, ni pública ni privadamente. En el club no lo tienen tan claro y de momento están a verlas venir. El secretario técnico, Alberto Benito, se está moviendo para tener cubiertas las espaldas por lo que pueda pasar. Sin entrar en conversaciones, eso sí, por respeto al entrenador uruguayo. Tan claro tienen que no hablarán con nadie hasta que no se sepa qué pasará con Espárrago que hace unos días hasta sacaron un comunicado oficial desmintiendo un supuesto contacto con Antonio Tapia.

Precisamente hoy pueden aclararse muchas cosas sobre el futuro del banquillo cadista. El consejo de administración del Cádiz se reúne en Carranza y Antonio Muñoz escuchará con atención a sus asesores, porque da la impresión de que el presidente no tiene aún nada claro qué hacer con este marrón. Hasta hace muy poco defendía su continuidad a capa y espada. Cada vez que se le preguntaba afirmaba que lo renovaría aun bajando. Últimamente no parece tenerlo tan claro y el otro día, en su multitudinaria rueda de prensa, se limitaba a decir que «las cosas han cambiado».

En medio de tanta incertidumbre, el único que se pronuncia alto y claro es Lorenzo Buenaventura. Sin duda la opinión del profe tiene su peso en el club y éste ya ha dicho que si le preguntan, su candidato está claro. No tiene usted más que leerlo en la página anterior.

El tema sin duda empieza a aburrir y bien harían en el Cádiz en no demorar más una decisión que es clave de cara al futuro del equipo.

En los próximos días habrá fumata blanca y se anunciará el nombre del inquilino del banquillo. Sea cual sea, disgustará a unos y contentará a otros, porque pocas veces hubo tanta diversidad de opiniones. El debate está servido.