Cartas

Nacionalidad andaluza

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En la VOZ aparecía recientemente un suelto o gacetilla, remitido por Europa Press desde Sevilla, en el que se criticaban a determinados partidos políticos, por rechazar la nacionalidad, escudo, bandera e himno de Andalucía. Además, (copio 1iteralmente), «el problema es que la gente confunden, por falta de cultura, Nación con Estado».

Nación es donde se determina, territorio, lengua, Historia, tradiciones, etnia, y conciencia común de ser o constituir un cuerpo unitario, especial, determinado.

El Estado, a diferencia de Nación, se concreta necesariamente en un: organismo político-jurídico.Y un concepto amplio de Nación, llegaría a confundir el término de Patria con Estado.

Patria, como Nación, considerada como unidad histórica, a la que sus naturales se sienten vinculados.

Desde la llegada de los fenicios a las costas de Cádiz, hasta la actual Andalucía, han sido muchos los pueblos o razas que se instalaron en estas tierras, imponiendo su ley y sus normas o hábitos. Cartagineses, romanos, vándalos-silingos, visigodos, musulmanes, cuyo dominio terminó en la culminación de las taifas y banderias, y posterior caída del Reino de Granada por la ocupación de los Reyes Católicos en el año 1492. En esa misma fecha, curiosamente, coincide con la aparición de la primera gramática castellana; creo que este hecho, fue, ha sido y seguirá siendo, el elemento principal de nuestra cultura, la cultura de España. Y fue un andaluz, de Lebrija, Sevilla, Elio Antonio Martínez de Cala, (Nebrija).

Y digo esto, porque con más o menos fortuna, fueron muchos andaluces, que en su función, en uno u otro orden, acertados o equivocados, enseñaron, lucharon, trabajaron por estas tierras, pero ignoro si hubo alguno de ellos, que se le llegaraa llamar padre, progenitor, autor o hacedor de la patria, -(grande o pequeña), que todos compartimos.

No puedo decir nada sobre heráldica, soy profano en esa materia. Veo escudos, banderas en todos los pueblos, provincias y regiones. Y también en familias, clanes y tribus, en el que se repiten muchos elementos; ello da siempre mucha relevancia, pero esto no creo que sea motor o impulso importante para el desarrollo, ni tampoco principio constitutivo de unión más bien de crear diferencias, de desunión.

El himno, hecho para un pueblo alegre, festivo, en que su música, que debe ser para todos un canto de alegría y de orgullo, muestra más bien un aire triste, más propio de una marcha fúnebre. (Lo siento, pero así me suena). Su letra, llamando «a todos los andaluces a levantarse» da pábulo a los que fuera de nuestra región, maliciosamente critican nuestra forma de ser. Parece venir a decir que todos estamos sentados o acostados, Este himno está fuera de tiempo. Y dándole otro sentido, diré, que son miles los andaluces que dieron su vida en una u otra idea, en uno u otro oficio o labor, pero estoy seguro que los animaba el mismo amor a su tierra, a sus gentes, sus costumbres, hábitos o formas de vivir. De siempre, Andalucía fue parte en toda la historia de lo que es hoy España. Ahora, los grandes Estados, tienden a unirse cada vez más, creando -entre otras-, una moneda común, un parlamento; eliminando problemas de fronteras, mientras parece ser, aquí, aparecen modernas taifas, que no creo que ayuden a un mayor desarrollo, cultural, económico, científico o de cualquier otro orden

Juan B. Romero Martínez. Cádiz