Asesinato de Carrero Blanco, en una calle madrileña, el 20 de diciembre de 1973. / ARCHIVO
historia de la organización terrorista

40 años de asesinatos, secuestros y extorsión

Desde su primer asesinato, cometido en 1968, ETA ha matado a 817 personas y secuestrado a 87

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Desde que la organización terrorista ETA naciera en 1959, los españoles han vivido cuatro treguas totales y cuatro parciales. Pero sobre todo ha soportado la violencia marcada por los asesinatos: desde que comenzó a asesinar en 1968, ETA ha causado 817 víctimas mortales y perpretado 84 secuestros.

El gérmen de ETA proviene de un grupo estudiantil llamado EKIN -que surgió en Bilbao del movimiento universitario y que llegó a fusionarse con las juventudes del PNV, EGI, para posteriormente desvincularse de ellas-. El 7 de junio de ese año, mató a tiros al guardia civil José Pardines Arcay y, posteriormente, al policía franquista Melitón Manzanas, jefe de la brigada político-social de Gipuzkoa.

Pero sin duda el atentado más conocido de ETA ha sido el asesinato, el 20 de diciembre de 1973 del presidente del Gobierno de Franco y más que probable defil del régimen, el almirante Luis Carrero Blanco. En esa ocasión, muchos sectores de la sociedad vieron ‘con buenos ojos’ el asesinato, ya que durante la dictadura la organización terrorista disfrutaba un importante apoyo social.

La década los 80 fue especialmente cruenta. En julio de 1986 una bomba mató a 12 guardias civiles e hirió a 50 en Madrid, mientras que el 19 de junio de 1987 colocó un artefacto en un centro comercial de Barcelona, Hipercor, que causó la muerte de 21 personas e hirió a 45. El 11 de diciembre de ese mismo año, un coche bomba estalló en las inmediaciones de la casa cuartel de Zaragoza segando once vidas, cinco de ellas niñas menores de 15 años.

Golpe en Bidart

Uno de los principales reveses de la banda terrorista se produjo con la caída de su cúpula en Bidart, Francia, que forzó a un cambio de dirección. Fue a partir de entonces cuando adoptó los postulados más radicales. Se crean los llamados 'grupos Y', que se dedican a la kale borroka y se amenaza a los concejales de las formaciones no nacionalistas.

En 1995, la banda armada publicitó la llamada Alternativa Democrática, una propuesta de mínimos para el reconocimiento de Euskal Herria por parte del Estado, del que se derivaría el cese total de las actividades armadas de ETA . El Gobierno rechazó las exigencias de ETA y procesó a la mesa nacional de HB por aprovechar los espacios gratuitos de publicidad electoral para difundirla.

Tras un intento de asesinato de José María Aznar, entonces líder de la oposición, y un atentado fallido contra Juan Carlos I, y en plena campaña de acoso y asesinatos de ediles, el 10 de julio de 1997, ETA secuestró al concejal del PP Miguel Angel Blanco. Tras ofrecer su liberación al Gobierno a cambio del reagrupamiento de presos, a lo que el Ejecutivo no cedió, dos días más tarde mató de un tiro en la cabeza al edil popular.

Movilización masiva

La muerte del edil de un tiro en la nuca produjo una de las mayores movilizaciones populares contra ETA, que acuñaron con el llamado "Espíritu de Ermua", un fenómeno que, según los expertos, llevo a la banda, debilitada internamente, a declarar el 16 de septiembre de 1998 una tregua unilateral e indefinida.

Aunque inicialmente el Gobierno del PP la recibió con escepticismo, el 3 de noviembre de 1998 José María Aznar autorizó contactos para comprobar la voluntad de ETA.

El entonces secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, se reunieron el 20 de mayo de 1999 en Suiza con "Mikel Antza", en unas conversaciones en las que también participó Belén González Peñalva "Carmen", quien también había estado en la mesa de Argel y fue detenida poco después.

Ruptura de la tregua

El 3 de diciembre de 1999, ETA rompió la tregua tras acusar al PNV y EA de romper el Pacto de Estella (Lizarra) sobre la "construcción nacional" de Euskadi, firmado por diversas formaciones nacionalistas vascas. Y el 21 de enero de 2000 materializó esa ruptura; ese día, el teniente coronel Pedro Antonio Blanco García falleció en Madrid a causa de la explosión de un coche bomba.

Desde la ruptura de la tregua, ETA ha asesinado a 46 personas y herido a más de trescientas en sus atentados, que no han causado víctimas morales desde el 30 de mayo de 2003.

Sin embargo, durante la campaña electoral para las elecciones generales en 2004, ETA intentó llevar a cabo una acción espectacular en Madrid, que fue impedida por las fuerzas de seguridad: en la madrugada del 29 de febrero, la Guardia Civil detuvo a dos presuntos etarras cuando transportaban en una furgoneta 536 kilos de explosivos.

40 años de asesinatos, secuestros y extorsión

Los éxitos policiales en Francia y España han permitido la detención de miembros de la dirección de ETA, entre ellos Ignacio Gracia Arregui, dirigente del aparato militar desde 1992, arrestado en 2000, Mikel Albisu, "Antza", jefe del aparato político, y Soledad Iparragirre "Anboto", supuesta responsable de los comandos "legales" (no fichados por la Policía), detenidos en 2004.

Otro de los dirigentes etarras detenidos, en 2002 y 2003, es Juan Ibón Fernández de Iradi, "Susper", que fue jefe de los comandos de la banda: la documentación que le fue incautada propició más de un centenar de detenciones de presuntos etarras en España y Francia.

El supuesto entorno de la banda terrorista también se ha visto afectado: la ilegalización de Batasuna y el desmantelamiento de KAS-EKIN, supuesto aparato político de la banda en España, de XAKI, supuesto aparato de Relaciones Internacionales, y de la organización juvenil Jarrai y sus sucesoras Segi y Haika.

Apoyo a Batasuna

Estos golpes, según los expertos, han hecho mella en ETA, que en enero de 2005 anunció su apoyo a la propuesta que Batasuna presentó en Anoeta en noviembre del anterior año.

La organización terrorista afirmó ver con "buenos ojos" la propuesta de Batasuna de conseguir la paz mediante dos mesas de negociación simultáneas, una entre los partidos vascos para discutir las cuestiones políticas y la otra entre el Gobierno y ETA para la "desmilitarización del conflicto".

En junio de 2005, un mes después de que el Congreso aprobara una resolución que avalaba un hipotético diálogo del Gobierno con ETA si ésta abandonaba las armas, la banda terrorista hizo, vía comunicado al periódico "Gara", una "propuesta" de "diálogo y negociación" para "una solución" al "conflicto" vasco, condicionada a la autodeterminación de "Euskal Herria".

Pocos días después, ETA anunció el cese de sus acciones "armadas" contra "los electos de los partidos políticos de España". Antes, el 18 de febrero de 2004, la banda terrorista había anunciado la suspensión de todas sus "acciones armadas" en Cataluña.

La muerte del edil de un tiro en la nuca produjo una de las mayores movilizaciones populares contra ETA, que acuñaron con el llamado "Espíritu de Ermua", un fenómeno que, según los expertos, llevo a la banda, debilitada internamente, a declarar el 16 de septiembre de 1998 una tregua unilateral e indefinida.

Aunque inicialmente el Gobierno del PP la recibió con escepticismo, el 3 de noviembre de 1998 José María Aznar autorizó contactos para comprobar la voluntad de ETA.

El entonces secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, se reunieron el 20 de mayo de 1999 en Suiza con "Mikel Antza", en unas conversaciones en las que también participó Belén González Peñalva "Carmen", quien también había estado en la mesa de Argel y fue detenida poco después.

Ruptura de la tregua

El 3 de diciembre de 1999, ETA rompió la tregua tras acusar al PNV y EA de romper el Pacto de Estella (Lizarra) sobre la "construcción nacional" de Euskadi, firmado por diversas formaciones nacionalistas vascas. Y el 21 de enero de 2000 materializó esa ruptura; ese día, el teniente coronel Pedro Antonio Blanco García falleció en Madrid a causa de la explosión de un coche bomba.

Desde la ruptura de la tregua, ETA ha asesinado a 46 personas y herido a más de trescientas en sus atentados, que no han causado víctimas morales desde el 30 de mayo de 2003.

Sin embargo, durante la campaña electoral para las elecciones generales en 2004, ETA intentó llevar a cabo una acción espectacular en Madrid, que fue impedida por las fuerzas de seguridad: en la madrugada del 29 de febrero, la Guardia Civil detuvo a dos presuntos etarras cuando transportaban en una furgoneta 536 kilos de explosivos.

Los éxitos policiales en Francia y España han permitido la detención de miembros de la dirección de ETA, entre ellos Ignacio Gracia Arregui, dirigente del aparato militar desde 1992, arrestado en 2000, Mikel Albisu, "Antza", jefe del aparato político, y Soledad Iparragirre "Anboto", supuesta responsable de los comandos "legales" (no fichados por la Policía), detenidos en 2004.

Otro de los dirigentes etarras detenidos, en 2002 y 2003, es Juan Ibón Fernández de Iradi, "Susper", que fue jefe de los comandos de la banda: la documentación que le fue incautada propició más de un centenar de detenciones de presuntos etarras en España y Francia.

El supuesto entorno de la banda terrorista también se ha visto afectado: la ilegalización de Batasuna y el desmantelamiento de KAS-EKIN, supuesto aparato político de la banda en España, de XAKI, supuesto aparato de Relaciones Internacionales, y de la organización juvenil Jarrai y sus sucesoras Segi y Haika.

Apoyo a Batasuna

Estos golpes, según los expertos, han hecho mella en ETA, que en enero de 2005 anunció su apoyo a la propuesta que Batasuna presentó en Anoeta en noviembre del anterior año.

La organización terrorista afirmó ver con "buenos ojos" la propuesta de Batasuna de conseguir la paz mediante dos mesas de negociación simultáneas, una entre los partidos vascos para discutir las cuestiones políticas y la otra entre el Gobierno y ETA para la "desmilitarización del conflicto".

En junio de 2005, un mes después de que el Congreso aprobara una resolución que avalaba un hipotético diálogo del Gobierno con ETA si ésta abandonaba las armas, la banda terrorista hizo, vía comunicado al periódico "Gara", una "propuesta" de "diálogo y negociación" para "una solución" al "conflicto" vasco, condicionada a la autodeterminación de "Euskal Herria".

Pocos días después, ETA anunció el cese de sus acciones "armadas" contra "los electos de los partidos políticos de España". Antes, el 18 de febrero de 2004, la banda terrorista había anunciado la suspensión de todas sus "acciones armadas" en Cataluña.