El 20% de los alumnos de colegios concertados come en el centro escolar

El 20% de los alumnos matriculados en centros concertados de Jerez comen cada día en el comedor de su centro escolar. Es decir, de los más de nueve mil matriculados, son 1.774 los alumnos inscritos en el comedor. En el caso de los colegios públicos, es el 5% del alumnado el que comparte mesa con los compañeros de curso cada día. Es decir, 1.330 alumnos de los más de 25.000 niños matriculados en Jerez.

Existen dos empresas encargadas de este servicio. Jubengo es la que trabaja en los trece centros concertados que disponen de comedor en la ciudad, mientras que Quality Food es la que tiene la concesión de los centros públicos. La existencia de comedores en los centros escolares, al igual que otros servicios como el de las aulas matinales, se está fomentando en los últimos años debido al horario laboral de los padres.

Son catorce los colegios públicos de Jerez que disponen de comedor, entre ellos, por ejemplo, el Antonio de Nebrija, en la barriada de La Granja, el colegio La Unión, el San José Obrero o el centro Pablo Picasso, de la pedanía de Estella del Marqués. Entre los centros concertados con comedor figuran La Salle Buen Pastor, la escuela San José, en la calle Porvera y el centro Jesús María 'El Cuco'.

Alimentación sana

Además de las escrupulosas normas de higiene que se mantienen en los comedores de los centros educativos, las empresas dedicadas al catering elaboran los menús conforme a las necesidades nutricionales de los estudiantes. Dadas las últimas noticias sobre el alarmante crecimiento de niños con obesidad en nuestro país, no faltan las legumbres, las verduras y el pescado como productos básicos de la dieta de los escolares. Pero tampoco se pueden descuidar los gustos de los pequeños y exigentes 'clientes' por lo que cada semana hay un plato de pasta, como macarrones o spaguettis, y de carne, como albóndigas o hamburguesas. El precio por alumno de menú diario es aproximadamente de unos cinco euros. En total, entre centros públicos y concertados se sirven cada día en los comedores escolares de la ciudad más de tres mil almuerzos.

«El lunes es el peor día para los monitores de los comedores escolares porque los niños vienen de comer todo lo que se les antoja el fin de semana con sus padres», asegura el gerente de la empresa Jubengo, Juan Antonio Benicio.

Experiencia positiva

Salud Sánchez es monitora de comedor del colegio público La Unión desde hace tres años. Su experiencia con los niños es directa y diaria: «Hay comidas que les gustan más que otras pero en general suelen comer de todo», asegura. En este colegio son 185 los niños que cada día se quedan a comer. En este centro no hay cocina sino que es un servicio de catering: las monitoras calientan los alimentos que trae la empresa y los sirven a los alumnos.

Como madre y como monitora del comedor escolar, Salud cree que el hecho de que los niños se queden en el comedor «es muy beneficioso porque se acostumbran a comer de todo: frutas, verduras, carne y pescado y además aprenden a comportarse en la mesa».

En este colegio, debido a la cantidad de niños que cada día hace uso del servicio de comedor, son quince los trabajadores pendientes de que todo vaya bien a la hora de comer.