Vivos

Sí señor. Vivos. De milagro, pero vivitos y coleando que no es poco. El Cádiz es como aquel equipo de no sé que, que se estrelló en los Andes con un avión y que todos daban por perdidos y sobrevivieron comiéndose los unos a los otros. Pues igual. Salvando las distancias. Porque nosotros estamos sobreviviendo, aparte de comiéndonos las uñas, que yo por lo menos ya he llegado hasta el codo, de comernos los unos a los otros echándonos las culpas. Es rara la semana que no se culpa a alguien de la situación. Que si Espárrago no da una, que si Benjamín se está cachondeando de nosotros, que si Benito se ha equivocado en todas, que si Armando, que si Limia, que si esto que si lo otro. Pero ahí sigue vivo el tío. Un futbolista ha declarado que no hay que escatimar esfuerzos. Cosa lógica, pero dando a entender que puede haber falta de compromiso por parte de algunos. Puede ser cierto, además hay cierto tufillo. Pero no es para sacarlo de contexto. O sí, no sé, pues cuando empezamos a comer todos de la carroña, el Cádiz empieza a sobrevivir. Yo creo que no entendemos, que si el Cádiz baja, bajamos todos, periodistas, aficionados, futbolistas, ¿¿todos!! O es que van a tener las mismas repercusión las noticias del Cádiz en Segunda ¿¿no!! O es que nos van a reír más nuestras gracias y nuestros chistecitos en Segunda ¿¿no!! Hay gente que cree que cuando baje el Cádiz ellos se van a quedar en Primera, y están muy equivocados. Por eso cuando más tiempo esté vivo, más tiempo estamos vivos todos.

Me he dado cuenta que el Cádiz más que un submarino, que ya no lo es, es un gato, sí un gato amarillo. Porque como los felinos tiene siete vidas, ya he perdido la cuenta de la de veces que lo han matado y ha aparecido tan campante, despeluchado pero vivo. Siempre andando por el filo de las azoteas sin miedo a caer al vacío, un gato callejero, sin pedigrí, chiquito pero matón. Y que como siempre se está agarrando con uñas y dientes a cada cable de cada domingo y que se va a defender hasta el final como eso, como gato panza arriba. Todavía le quedan cinco vidas, ayudémoslo que como se caiga el gato nos caemos todos.