Prodi ignora las quejas de Berlusconi y comienza a preparar su Gobierno

A pesar de que el todavía primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se niega a reconocer su derrota en las elecciones, el líder de la coalición de centroizquierda y ajustado vencedor de los comicios aseguró ayer que ya está trabajando en el futuro Gobierno del país transalpino. «Una parte ha ganado y la otra ha perdido», indicó Prodi a los periodistas a las puertas de su casa en Bolonia. «Ya estoy trabajando con calma para el futuro Gobierno y esto es lo que debemos hacer», añadió, antes de mostrarse optimista sobre el futuro de Italia: «El país necesita respirar, volar alto, alegría y recuperarse».

El futuro jefe de Gobierno también se esfuerza por olvidar las amargas disputas sobre la economía y el mercado laboral que marcaron la campaña electoral. «Ahora debemos dejar esas cuestiones a un lado y comenzar a trabajar para el país», indicó.

Pedir disculpas

Por ello, Prodi reiteró su deseo de que Berlusconi reconozca la derrota y pida disculpas por sus denuncias de fraude en las elecciones. Y es que, 'Il Cavaliere' no dejó indiferente a nadie al asegurar a principios de la semana pasada que los resultados de los comicios se habían visto precedidos de un recuento fraudulento.

El sábado, Berlusconi afirmó que «no hay ni vencedores ni vencidos» en las elecciones generales que dieron el triunfo, aunque por una mínima diferencia, a la coalición de centroizquierda La Unión, en una carta dirigida al diario 'Corriere della Sera'. El magnate explicó que sea cual sea el resultado de la revisión de votos que pidió su coalición, la Casa de la Libertad, ante los sólo 25.000 sufragios de diferencia que consiguió La Unión, «las cosas no cambian y nos encontramos ante un estancamiento».

Ayer, el líder de La Unión salió de nuevo al paso de las afirmaciones hechas pocas horas antes por el ex ministro Roberto Calderoli referentes a que el recuento de votos se hizo mal y que en realidad los que ganaron en la Cámara de Diputados fueron los conservadores. «Todos es una invención», dijo Prodi, quien pidió de nuevo a la coalición de Berlusconi que deje de cuestionar su victoria.

Nueva polémica

Sin perder la compostura, agregó que cada vez «que parece que las aguas vuelven a su cauce», en referencia a las acusaciones por parte de la Casa de la Libertad -y no probadas- de supuestos embrollos electorales, «nace una nueva polémica». «Y saldrán muchas más. Todo porque no se resignan (los conservadores) al resultado del voto popular.

Una vez que acabe todo esto y lo acepten, el resultado de la victoria será más fuerte. Cuanto más larga sea la tormenta, más bella será la victoria», aseguró Prodi, que intenta relajarse estos días en su casa familiar de Bebbio, en los Apeninos boloñeses.