Juan José Ramos. / S. A.
JUAN JOSÉ RAMOS SECRETARIO ASUNTOS SOCIALES DEL PSA-BARBATE

«Yo sólo quiero ayudar a la gente de mi pueblo»

Es uno de los personajes más populares y queridos de Barbate donde casi todos lo llaman por el sobrenombre de Meteoro

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-¿Qué le llevó a abandonar la ONCE para dedicarse a la política?

-Yo sólo quiero el bienestar de todos los barbateños porque hay muchas cosas que no están como deberían estar y no creo que las cosas estén en Barbate tan bien como podrían serlo porque aquí hay muchas cosas que podemos aprovechar para darle un impulso. De todas formas, yo no aspiro a ser alcalde, yo prefiero estar en la calle con la gente para saber cuáles son las carencias y fallos que hay para arreglarlos, como por ejemplo el estado de algunas calles. Además, llevo cuatro años intentando que eliminen las barreras arquitectónicas en la Casa Consistorial para que todos podamos tener acceso a ella y si no lo logro tendré que proceder a denunciar al equipo de Gobierno. No será la primera vez porque ya luché porque pusieran una rampa en el centro de salud.

-¿Cómo se ve a sí mismo una de los personajes más conocidos del municipio?

-Pues me gusta estar con la gente y hablar con ellos. Sólo me veo como una persona sencilla que trata de ayudar a los demás y mejorar mi pueblo, porque me duelen las cosas que veo en los medios de comunicación y aquí mismo. Trato de ser humilde pero también me gusta decir las cosas clara.

-¿De dónde proviene el apodo de Meteoro por el que todo el mundo lo llama en Barbate?

-Es una historia muy curiosa. Eso vino cuando yo trabaja como vendedor de cupones en Rota e iba y venía todos los días de Barbate donde tenía mi casa hasta allí. En Rota, un comandante de la base americana dijo que quería conocerme porque le sorprendía la habilidad y la rapidez con la que me movía en la silla así que mandó a que me buscaran a mi casa y me llevaron a la base para hablar con él. El hombre fue muy amable conmigo y me dijo que podía cortar camino pasando por la base cuando quisiera pero me pidió que me pusiera el nombre de Meteoro en la silla porque decía que en sus país a las personas muy hábiles las llamaban meteoritos, así que todo el mundo empezó a conocerme por la insignia de la silla.