ESPAÑA

Narbona defiende el impuesto ecológico por las muertes que ocasiona la contaminación

La ministra de Medio Ambiente asegura que en España se registran cada año unos 16.000 fallecidos por la polución atmosférica

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La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, señaló ayer que «todos los años mueren en España de forma prematura 16.000 personas por la contaminación atmosférica», lo que, en su opinión, justifica la introducción de un impuesto ecológico con el que intentar reducir la polución atmosférica. La ministra subrayó que «es importante que los ciudadanos entiendan que la contaminación es un peligro para la salud y para el progreso». Estas 16.000 muertes prematuras son «diez veces más que las muertes anuales por accidentes de tráfico», indicó la ministra, quien agregó que, «sin embargo, no hay todavía una conciencia generalizada de esa relación causa-efecto y, por tanto, del coste humano, social y económico que significa la contaminación».

Por este motivo, «cuando se habla de un impuesto para reducir las emisiones a la atmósfera, la mayoría de las personas no creen que eso guarde relación con reducir los gastos en la salud pública que está comportando esa contaminación», por lo que es necesario «hacer un esfuerzo de pedagogía».

El Ministerio de Medio Ambiente «ha empezado a trabajar con el de Sanidad para hacer llegar mensajes a la ciudadanía y analizar un problema muy evidente, que es el efecto de la contaminación atmosférica en los niños más pequeños», dijo Narbona.

En España «están aumentando de manera vertiginosa los problemas pulmonares y las alergias, con especial incidencia en la infancia, aunque también se presentan en otros tramos de edad».

La colaboración entre Medio Ambiente y Sanidad permitirá elaborar estudios con «datos útiles» sobre la incidencia de estas enfermedades y su relación con la contaminación.

Coste económico

La ministra argumentó que significa «un coste muy inferior poner determinado impuesto para cambiar los combustibles hacia otros menos contaminantes, que el coste enorme que supone la incidencia negativa sobre la salud». Consideró que los impuestos ecológicos «van ayudando a que las tecnologías vayan cambiando hacia prácticas menos contaminantes y eso siempre es un estímulo para las empresas que apuestan por una producción sostenible».

En cualquier caso, «España se está quedando muy atrás en la apuesta por un modelo industrial más limpio» y queda «mucho que ganar, sobre todo en el campo de las energías renovables, donde hay empresas muy competitivas con proyectos pioneros de producción a gran escala de energía solar».